El abastecimiento de la ciudad de Valencia y de otros 44 municipios de su corona metropolitana sigue siendo uno de los más vulnerables de España frente a cualquier contingencia. Pese a los numerosos planes de mejora de la garantía y la calidad del agua suministrada al área metropolitana anunciados por las distintas administraciones, lo cierto es que ahora mismo una avería en la potabilizadora de Picassent o una interrupción accidental del suministro a través del Júcar dejaría a más de un millón de personas sin apenas agua en menos de seis horas: el plazo en el que tardarían en agotarse los depósitos de Picassent.

El Esquema Provisional de Temas Importantes (EPTI) sobre el que descansa la participación pública en el futuro Plan Hidrológico del Júcar ha identificado las deficiencias en el suministro de agua potable como uno de los problemas a resolver con carácter urgente.

En la actualidad, el abastecimiento de agua a la ciudad de Valencia se realiza mediante aguas superficiales tratadas las plantas potabilizadoras de La Presa (Manises) y el Realón (Picassent) con aguas del Júcar y el Turia apoyadas en algunos municipios por pozos. La planta de Manises recibe agua del rio Turia y también del Júcar a través del Canal Júcar-Turia.

La antiguedad de este canal, su diseño inicial para riego y la falta de una interconexión Manises-Picassent constituyen el talón de Aquiles del abastecimiento.

Pese a las inversiones realizadas en los últimos años, el EPTI asegura que el sistema "adolece de una cierta vulnerabilidad" al depender en gran medida de los suministros del canal Júcar-Turia, "ya que no existe una conexión directa desde el río Turia la planta del Realón, ni una vía de suministro alternativa desde el Júcar".

Una rotura del canal; un vertido tóxico accidental; problemas en los bombeos del embalse de Tous o situaciones de emergencia más graves como una fuga en la central nuclear de Cofrentes o del vertedero de Dos Aguas pueden interrumpir el suministro de agua a las potabilizadoras de Picassent y Manises desde el Júcar.

Por otro lado, el uso compartido del canal Júcar-Turia para riego y suministro urbano dificulta aprovechar agua de depuradora o de pozos con elevado nivel de nitratos para regar.

El sistema, dice el documento, es "susceptible de mejora" para garantizar posibles aumentos de demanda y dotarlo de mayor "fiabilidad" haciendo flexible el origen del suministro.

"Así mismo"- añade- "se detecta una insuficiencia de almacenamiento, tanto de agua bruta previa a plantas de tratamiento como de agua tratada, con una capacidad actual de solo 6 horas de consumo". Algunas de estas deficiencias fueron incorporadas al proyecto de mejora del abastecimiento de Valencia que presentó Acuamed en 2005 y que fue rechazado por el Ayuntamiento de Valencia pese a formar parte del Plan Hidrológico Nacional.