Francisco Baila, de 73 años y anterior director general de Ordenación y Centros, fue nombrado ayer presidente del Consell Escolar Valencià en la sesión extraordinario celebrada por el pleno de este órgano. El nombramiento, comunicado al Consell Valencià Escolar por la secretaria autonómica Concha Gómez debido a la ausencia del conseller Font de Mora, será ratificado por el Consell, presumiblemente hoy.

Nada más producirse el nombramiento de este cargo vinculado a Carlos Fabra, sindicatos docentes arremetieron contra el nuevo presidente y criticaron el modo en que ha sido nombrado. Así, la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT manifestó su "rechazo más absoluto" a dicho nombramiento por considerar que "representa una clara provocación y un insulto a la inteligencia y a la razón democrática" y "es un indicador del valor que la educación en general, y el citado órgano de participación social en particular, merece al Consell". El sindicato acusó a Baila de "desarrollar una actividad paternalista y de protección frente a todos aquellos que son sus amigos y sus afines, mientras que considera a los críticos, que piensan de forma diferente a él, como enemigos".

En la misma línea, el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO-PV, Miguel Ángel Vera, consideró "negativo" el nombramiento de Baila "no por la persona, sino porque su perfil no es el que en este momento necesita el Consell Escolar Valencià". Vera manifestó que "será el perfil político necesario para representar a Carlos Fabra en la tierra, pero desde luego, no es el presidente que necesita el Consell Escolar".

El "divorcio" del conseller

Por su parte, el Sindicat de Treballadors de l'Ensenyament al País Valencià (Stepv) censuró que "el conseller Font de Mora se supera a sí mismo en el divorcio que mantiene con la comunidad educativa" con el nombramiento de Baila que, en su opinión, "ha venido precedido por una actitud obscurantista", que ha culminado con la inasistencia de Font de Mora al pleno.