Los funcionarios de la cárcel de Picassent han denunciado que los presos sean los encargados de limpiar las oficinas de los módulos de la prisión. En esos despachos se guarda información confidencial relativa a todos los internos, los medios coercitivos que usan los funcionarios en caso de altercados y, lo que resulta más sorprendente, es el sitio donde se esconden las llaves de las celdas de los reclusos y de las cancelas de seguridad que separan los pasillos. Así lo ha denunciado la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones en una queja que ha sido admitida a trámite por el Defensor del Pueblo.

Según critica un funcionario de Picassent, la entrada de los presos en las oficinas de los funcionarios -ocurre a diario- compromete la "seguridad en el trabajo" de los empleados. También hace más probable que se produzcan motines o incidentes entre los presos y los funcionarios que los vigilan. "Incluso tienen acceso al cuadro eléctrico del módulo y podrían paralizar la electricidad de todo el módulo", asegura el mismo funcionario.

Además, trabajadores del módulo de Preventivos aseguraron a Levante-EMV que, en varias ocasiones, los presos con acceso a las oficinas de los funcionarios han utilizado estos despachos -libres de toda sospecha y de registros periódicos- como escondrijo "para ocultar objetos prohibidos en el centro penitenciario como droga o teléfonos móviles". También se han producido robos en las pertenencias que los funcionarios depositan en su oficina de trabajo, agregan las mismas fuentes.

El colectivo de funcionarios que hace la denuncia todavía ve otro aspecto peligroso. "El preso que entra cada día a la oficina (un recluso por oficina, y siempre en presencia de un trabajador) conoce la rutina del funcionario del departamento y ello lo hace vulnerable a cualquier acción delictiva que dicho interno pudiera cometer", agregan fuentes de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP).

Una práctica "no reglamentaria"

En su escrito al Defensor del Pueblo, el colectivo de funcionarios critica que el uso de internos para limpiar las oficinas modulares "no está recogida reglamentariamente". "Los internos penados deben realizar prestaciones personales obligatorias y los preventivos las pueden hacer de forma voluntaria. Estas prestaciones se resumen en limpieza de celdas y zonas comunes. En ningún caso -precisa el sindicato- se habla de las oficinas de los funcionarios". Los funcionarios de la APFP alegan que "en otros centros penitenciarios, este trabajo lo realiza una empresa externa que aquí [en Picassent] sólo limpia las oficinas externas", agregaron. Este diario no pudo contactar ayer con la dirección de la cárcel.

En una respuesta del 28 de septiembre, el Defensor del Pueblo ha admitido a trámite la denuncia de la APFP y, como consecuencia, iniciará "las actuaciones oportunas con los organismos administrativos competentes". El sindicato denunció que este hecho, junto con la "masificación de internos" y la "falta de funcionarios", "está llevando la situación de abandono y desamparo de los trabajadores a límites insoportables".