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El vicepresidente primero de las Corts, Rafael Maluenda (PP), el parlamentario más veterano de la institución, ajusta cuentas con el pasado en su libro, editado por el Parlamento con un coste de 4.800 euros, "Les Corts de la época foral y de la España de las autonomías (1238-2008)". Maluenda carga contra el ex presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana y contra los zaplanistas, entre ellos, el presidente provincial de Alicante, Joaquín Ripoll, y aprovecha para teorizar sobre el valenciano, en franca contradicción con los dictámenes del Consell de Cultura y de la Acadèmia de la Llengua, al sostener que ya los mozárabes (cristianos bajo dominio árabe antes la Reconquista) hablaban en "romanç valencià".

El libro, con prólogo de Camps y presentación de la titular de las Corts, Milagrosa Martínez, no ha sido presentado.

Zaplana y los zaplanistas. El popular, antaño fiel a Zaplana hasta que dio el salto al campsismo, insinúa que el ex ministro -al que no cita con el nombre pero alude de forma clara- y los zaplanistas empujaron al ex líder del PSPV Joan Ignasi Pla, "mal aconsejado desde dentro", a presentar una moción de censura en 2006 contra el presidente Camps para erosionarlo y luego se lo devolvieron con un pacto en la CAM que incorporó a los socialistas (y que fue desautorizado por Camps). Una acusación que no "confirma" al no tener pruebas pero tampoco "desmiente". Maluenda subraya que hay tres hechos que no puede "evitar relacionar entre sí": El "plante" de diputados zaplanistas contra Camps, la moción de Pla y el pacto de la CAM. La ausencia de 15 diputados zaplanistas a un pleno en julio de 2004 evidenció la debilidad política de Camps.

"Los 'instigadores' utilizaron una estrategia basada en una supuesta orden de un alto cargo del partido que ya no ejercía en la Comunitat Valenciana -en referencia a Zaplana- y que sirvió para presionar fuertemente a aquellos diputados que si bien no estuvieron de acuerdo desde el primer momento, las amenazas y la exigencia de un supuesto 'pago de favores', lograron mediante la coacción que por miedo claudicasen". "No cabe la menor duda de que fue un abuso y una imposición" pero ninguno de los "presionados", salvo "un par", lo "aceptó de buen grado", asevera.

El "encantador de serpientes". Este episodio y los "ataques mediáticos" zaplanistas fueron un "bagaje" con el que resultaba "muy fácil hacen creer" a Pla, narra Maluenda, que ganaría la moción, para la que sólo requería tres votos del PP. Pero el popular subraya que Pla "no es de los que se 'tira a la piscina' sin comprobar antes el nivel del agua". A su juicio, en aquel momento "convulso" para el grupo popular "pudo recibir algún aliente, no precisamente de su partido, que le animase" a registrar la moción. "El fallo de Joan Ignasi Pla fue escuchar 'cantos de sirena' acompañados de música de encantador de serpientes". A nadie escapa que a Zaplana se le suele aludir como "encantador de serpientes" por sus dotes persuasivas. Maluenda ve "sospechoso" que dos meses después de la moción Ripoll y Pla pactaran un acuerdo para la CAM.

El popular también censura a Ripoll y al ex secretario provincial, Miguel Peralta, por sus críticas a él y otros campsistas a raíz de las listas de 2007, "ignorando la limpia trayectoria de todos nosotros que permanecimos siempre leales al partido, mandase quien mandase".

La designación de Lerma y Zaplana, irregulares. Repasa todas las legislaturas y no dedica ni una valoración a Zaplana por las victorias de 1995 y 1999. Sí señala que tanto la elección de Lerma en 1996 como la de Zaplana en 2002 como senadores fue irregular, ya que, como ministros, eran inelegibles. Recuerda que, cuando la elección del socialista, advirtió al grupo pero "no le hicieron caso y quienes podían, consintieron". Maluenda recalca que está libre de responsabilidad porque cuando le llegó el turno a Zaplana también hizo la "oportuna advertencia".

Reformas estatutarias. El popular admite que en la V legislatura, si bien el PSOE no estaba por la reforma del Estatuto, las instrucciones que entonces recibieron de Zaplana "eran de congelación, con la excusa siempre de que 'no debíamos ser los primeros'", una decisión que fue "un auténtico error". En cambio, se deshace en elogios hacia Camps, "el artífice" del nuevo Estatuto. "Así daba gusto trabajar, sin cortapisas", se explaya.

Jaume I escribió en "romanç valencià". Confiesa que su libro pretende también "denunciar y combatir" el "pancatalanismo". Enfatiza que el valenciano es un idioma "independiente" del resto y "nunca" ha existido la unidad de la lengua. "El origen de la lengua valenciana hay que buscarlo en el bajo latín" derivado de la dominación romana, que se mezcló con el "lenguaje ibérico" existente, sostiene. "La lengua 'romanç valencià' se seguía usando en el siglo XI y XII en el Reino Árabe de Valencia". Según el diputado, prueba de la continuidad de la lengua es que Jaume I ordena que Els Furs sean escritos "en lengua romance". "A mayor abundamiento, de la lectura de la 'Cronica...', escrita por el propio Rey, comprobaremos que la lengua 'romanç valencià' que se utiliza en dicha crónica es la misma lengua que conservaron los mozárabes" y que fue evolucionando, explica. De este modo, Jaume I habría aprendido en Valencia el "romanç valencià".

Hace este reflexión: "Si aceptásemos la unidad de la lengua, que gran parte de la izquierda valenciana apoya, incluso algunos ámbitos científicos interesados, podrían utilizar la misma justificación que Hitler, 'si en Valencia se habla catalán, debe formar parte dels Països Catalans'".

Lerma y Cosistel, una "malversación política de fondos". Al ex presidente socialista Lerma le reprocha su "actitud negliglente" ante el Gobierno de González por el cierre de Altos Hornos y la decisión "nefasta" en el Teatro Romano de Sagunto. También alude al caso Cosistel que afectó al PSPV en 1994 como "un escándalo con trascendencia mediática en toda España". La ayuda a una cooperativa por el cableado de una televisión local de Elx fue "una malversación política de fondos".

De la quema de iglesias al Alzamiento Nacional

El diputado del PP no menciona la etapa de la dictadura franquista y refiere así el levantamiento militar que dio paso a la Guerra Civil: "En 1936 la situación en España era insostenible; tras el asesinato de Calvo Sotelo, los asaltos en domicilios y conventos; asesinatos de religiosos y personas de orden mediante los llamados 'paseos'; confiscación de empresas y propiedades privadas; quema de iglesias y conventos, etc. desembocó en el alzamiento de julio de 1936, o golpe de Estado, del ejército de África al mando del General Franco al que se sumaron otros ejércitos de la Península y que se convirtió en Alzamiento Nacional y en la Guerra Civil Española".