El fin de fiesta del día de la Diputación de Valencia en Fitur terminó con el cantante Francisco reivindicando "sin complejos" sus preferencias por Partido Popular, al que se refirió como "mi partido", y con el presidente de la corporación provincial, Alfonso Rus, y la consellera de Cultura, Trinidad Miró, ambos del PP, cantando en el escenario, junto a Francisco, el himno de la Comunitat Valenciana. "Aunque veo que entre el público algún alcalde del PSOE, voy a decirlo sin complejos: soy del PP", proclamó Francisco, contratado por la Diputación, en el transcurso del recital que terminó pasadas las dos de la mañana del jueves.

Antes, en un tono menos amistoso hacia los dirigentes del PP, el artista valenciano había recriminado a la consellera que contratara al tenor Plácido Domingo para grabar el himno de la Comunitat y no a él, "un cantante de la tierra".

Entre canción y canción, Francisco reivindicó también su derecho a participar en el concurso de Eurovisión, y criticó la manera en cómo se elige a los participantes en este concurso. En ese ambiente de compadreo entre Francisco y los dirigentes populares, Francisco desveló que uno de sus músicos, cubano, estaba en España en situación irregular: "Alfonso, a éste hay que arreglarle papeles", dijo desde el escenario en un claro llamamiento a la intercesión de Alfonso Rus, el presidente de la diputación, que carece de competencias en materia de extranjería.

La actuación de Francisco en el cóctel que el miércoles por la noche ofreció la Diputación de Valencia en un restaurante de Madrid empezó a torcerse en el segundo acto, pasada la una de la madrugada. El cantante regañó al público que quedaba, formado por autoridades, en su mayor parte del PP, y sus acompañantes, además de empresarios y empleados de la diputación. Los políticos socialistas, entre ellos el portavoz en la diputación, Rafa Rubio, o la secretaria general provincial y alcaldesa de Quart, Carmen Martínez, habían abandonado la sala al poco de comenzar la actuación de Francisco, que apareció después de la música del grupo de pop-rock, El Mundo de Wayne.

Francisco ordenó a sus músicos parar hasta en tres ocasiones la gala para reclamar, de manera vehemente, que aquellos a los que no les apeteciera seguir la actuación y se dedicaban a hablar en voz alta se marcharan a la barra.

El tono empleado llegó a "violentar" a algunos de los presentes, que optaron por marcharse. Los que sí se quedaron terminaron cantando, en tono eufórico, el himno de la Comunitat Valenciana acompañando en los coros al trío Francisco-Rus-Miró.