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La segunda versión del pacto de Compromís -reducida a tres de los cinco socios- se presentó el lunes en la Universitat de València como Coalición Compromís, una fórmula nominal con la que el Bloc, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds-Esquerra Ecologista pretenden vender electoralmente el trabajo realizado en las Corts. Y, de paso, evitar los problemas legales que pudieran surgir si se usara el nombre Compromís pel País Valencià, legalmente registrado por sus ex socios de Esquerra Unida. Con todo, la mera utilización del "término Compromís" ya conculca el acuerdo que a principios de 2007 suscribieron todos los integrantes de la primera coalición y que fue elevado a público el 27 de enero de ese año en la notaría de Máximo Catalán, en Valencia. El anexo número 3 de un documento de 22 páginas establece que la palabra "Compromís sólo podrá ser usada como marca electoral por las fuerzas políticas firmantes de este acuerdo en el marco de las elecciones autonómicas de 2007, salvo acuerdos municipales específicos integrados como mínimo por la totalidad de las citadas fuerzas o en los municipios que así lo acuerden". El acta notarial recogía de forma pormenorizada todos los acuerdos programáticos, el reparto de puestos en listas y las pautas de funcionamiento organizativo, así como la intendencia económica de la coalición. En el Bloc e Iniciativa están resueltos, pese a todo, a concurrir con esa marca y a trasladarla, si es posible, a la totalidad de ciudades y municipios en los que los tres socios tienen implantación. Les preocupa especialmente cerrar antes de Fallas el acuerdo de la ciudad de Valencia -una plaza clave para sentenciar el fracaso o sembrar el éxito-, donde a nadie le caben dudas de que el ex coordinador de Esquerra Unida Joan Ribó será el candidato, pese a las reticencias encontradas en el seno del colectivo del Bloc de la ciudad, empezando por su secretario general, Ximo López. Unas objeciones que se basan en algunos casos en la forma de llevar las conversaciones con el hoy profesor de Física del instituto de Meliana, totalmente al margen de la dirección de la comarca del cap i casal. En otros casos, las críticas van más allá para cuestionar que el partido de Morera apueste una vez más por concurrir en la capital valenciana con una marca distinta al Bloc, lo cual, dicen, no contribuye a poder asentar algún día en el medio plazo una cierta presencia pública del partido nacionalista en la ciudad. Tampoco faltan voces que discrepan con el perfil de Ribó, a quien reconocen solvencia política, pero consideran que es percibido por el electorado demasiado a la izquierda del PSPV.