?El presidente de la Entidad Metropolitana de Tratamiento de Residuos (Emtre) y concejal en el Ayuntamiento de Valencia, Ramón Isidro Sanchis, comunicó ayer a los representantes de los municipios del área metropolitana de Valencia lo que era ya un secreto a voces al que faltaba confirmación oficial: el vertedero de Dos Aguas, en el que se ocultan las basuras de Valencia, tiene que cerrar en las próximas semanas- a lo sumo dentro de un mes-y es urgente, casi desesperado, dar una salida a las cerca de 1.500 toneladas diarias de rechazos generados en las obsoletas instalaciones de Fervasa, en Quart-Aldaia.

Según fuentes consultadas por este diario, Ramón Isidro cifró en "mes o mes y medio" el periodo en el que puede mantener operativo el actual vertedero de Dos Aguas y en "cuatro o cinco meses" el plazo mínimo durante el que las basuras del área metropolitana- todo lo que no se recupera- tendrá que ser trasladado a vertederos situados a más de 200 kilómetros.

Hermenegildo Estellés, representante socialista en la comisión de Hacienda del Emtre expresó ayer su sorpresa por esta notificación y dijo que la "falta de previsión del Partido Popular condena a los ciudadanos a pagar un coste desorbitado por la basura".

"Si ya contábamos con subidas del 30 0 40% por la amortización de las nuevas instalaciones, ahora nos puede costar el doble", añadió.

Los representantes socialistas se quejaron también de la "falta de información". Ramón Isidro aludió a la existencia de un "informe negativo" de la conselleria de Medio Ambiente que reduce las dimensiones del nuevo vertedero que se iba a construir en Dos Aguas (Instalación II) y confirmó las negociaciones para encontrar acomodo a los residuos. Según las fuentes, Isidro dij0 que el ente metropolitano esperaba una respuesta favorable a su recurso y confiaba en tener disponible la nueva instalación coincidiendo con el agotamiento del vaso del actual vertedero.

Advertidos desde 2008

La secretaría autonómica de Medio Ambiente, Agua, Urbanismo y Vivienda, Mª Ángeles Ureña firmó el pasado 12 de enero de 2010 una resolución desestimando el recurso presentado por el Emtre contra una resolución del director general para el Cambio Climático, Jorge Lamparero, de fecha 10 de agosto de 2009, en la que condicionaba la construcción del nuevo vertedero a que se ocuparan exclusivamente las parcelas situadas en suelo agrícola y no las forestales.

La Autorización Ambiental Integrada aprobada por la conselleria calificaba de vinculante el informe que desestimada la utilización de las parcelas forestales en cumplimiento del artículo 50.1 de la Ley de Montes, que impide el cambio de uso forestal para los terrenos incendiados "al menos durante 30 años".

Las parcelas afectadas sufrieron un incendio en 1994 que arrasó también el espacio ocupado por el actual vertedero, antes de que en 2006 se modificara la ley de Montes impidiendo los cambios de uso en los suelos quemados.

En la resolución firmada por Ureña se dice que no solo la negativa de Medio Ambiente no es "ilegal", como sostiene el Emtre, sino que las prescripciones de la ley de Montes, considerada normativa "básica" en el ordenamiento jurídico "no pueden ser obviadas en ningún procedimiento administrativo".

Según el Emtre, el proyecto recortado no es "viable" y hay que buscar nuevos emplazamientos, pero no se explica por qué se ha tardado tanto en explorar otras alternativas cuando hace meses-la Declaración de Impacto Ambiental es de 29 de septiembre de 2008- ya pidió excluir las parcelas. Ramón Isidro no respondió ayer a las llamadas de este periódico.

La gran elasticidad de las plantas de residuos

El vertedero de Dos Aguas no debería estar abierto. Lo dice una sentencia del Tribunal Supremo de 2008 que declara ilegal la licencia concedida por la Generalitat en 1995. Además, en mayo de 2007 la Conselleria de Medio Ambiente aseguró en un documento oficial que el plazo límite de funcionamiento del vertedero era el 30 de octubre de 2007, coincidiendo con su colmatación. Ayer, la basura de Valencia seguía llegando a Dos Aguas mientras el Emtre iniciaba los contactos con Villena, Xixona y el Campello, dentro de la Comunitat Valenciana, y con Jumilla. en Murcia, además de otros vertederos que se mantienen en secreto. Al rechazo que genera en estas poblaciones la llegada de basuras de otras comarcas hay que añadir la cantidad de residuos que aporta Valencia: unas 45.000 toneladas/mes. Como ejemplo, el vertedero de Xixona se construyó para recibir 140.000 toneladas año, pero en 2007 gestionó 300.000. Algo parecido ocurre en Villena, preparada para 89.000 toneladas anuales y que acogió 190.000 en 2009. Al ritmo actual pronto estarán colmatados aunque el límite real de estas instalaciones es siempre una incógnita. J. S. valencia