El embalse de Bellús no podrá ser utilizado con todo su potencial, al menos en los próximos meses, debido a los problemas que provocaría en el ferrocarril Xátiva-Alcoi y en la carretera de Benigànim a la Pobla del Duc (CV-611).

La posible afección a estas infraestructuras ha condicionado el uso del embalse desde su construcción en 1995. El Ministerio de Medio Ambiente ha dado un primer paso declarando de "interés general" las obras de "adecuación". Sin embargo, no existe todavía un proyecto concreto que necesariamente debe pasar con un convenio con la Generalitat Valenciana, titular de la carretera y corresponsable con el Ministerio de Fomento de la modernización de la línea férrea Xátiva-Alcoi.

El embalse fue construido en 1995 en el cauce del río Albaida. Su capacidad oficial es de 69 hectómetros cúbicos, aunque no puede pasar de 29 hm3 según las normas de explotación "restringidas" actualmente vigentes.

El problema es que con el embalse a cota alta, el agua inunda los pasos inferiores del ferrocarril y de la carretera a su paso por los barrancos de Torrella y Forcall, inestabiliza los taludes en los que se asientan los puentes y hace de barrera frente a posibles riadas de estos cauces, cuyos caudales sobrepasarían las infraestructuras.

Las opciones pasan por sacar los apoyos de ambos puentes del cauce y dotarlos de amplios vanos o también por el desvío en el caso del ferrocarril, que describe una amplia curva en la zona para salvar los citados barrancos. Solo así podría ser aprovechado plenamente este embalse que se ha revelado "estratégico" por su capacidad para laminar avenidas y recoger lluvia.

Embalses que se construyen "a medias"

Diseñado casi exclusivamente para laminar avenidas, la capacidad de Bellús para recoger las lluvias torrenciales que drena el río Albaida lo han convertido en un elemento insustituible para evitar las inundaciones en el Júcar, como se ha demostrado en los últimos tres años. Además, Bellús puede recoger durante estos episodios y con las escorrentías posteriores hasta 30 hm3 , suficientes para atender los riegos locales e iniciar el llenado del arrozal. Su ubicación permitiría incluso suministrar agua al trasvase Júcar-Vinalopó. Como ocurre en Bellús, otros embalses han sufrido o sufren limitaciones de uso por no reponer infraestructuras preexistentes. El caso más llamativo es el de Tous, ya resuelto, que inundaba la central eléctrica de Millares. El de Arenós tiene también una pequeña limitación derivada de la central de Los Cantos mientras que en la de Escalona todavía está pendiente el traslado de una carretera . j.s. valencia