Faustino era un joven como los demás. Nació en Valencia en 1946, estudiaba en el colegio del Pilar y, como cualquier otro chaval, era alegre, simpático, vitalista y amante del deporte. Nada fuera de lo común. Sólo una cosa lo distinguía de los demás: su profunda fe católica. En su diario personal, Faustino se regocijaba al plasmar lo grande que era su amor por Jesús. Tanto que no dudó en escribir: "Estoy dispuesto a recibir de Dios todos los pequeños sufrimientos que quiera mandarme. Son tan insignificantes y los recibo con tanto gusto que son felicidades". Uno de esos sufrimientos que Faustino entendía como felicidades fue la enfermedad de Hodgkin, que desarrolló a los 15 años y que deterioró rápidamente su salud. El 3 de marzo de 1963, la enfermedad podía con él y le arrancaba la vida con sólo 16 años. Esta muerte prematura terminaba con su vida en la tierra al tiempo que sembraba la semilla de su ascenso a los altares.

La fase diocesana de la causa canónica de Faustino Pérez fue iniciada en Valencia en 1986. Cinco años después, en 1991, el proceso de beatificación pasaba a manos del Vaticano. Desde el inicio de su causa se han registrado más de 400 testimonios sobre la intercesión de Faustino, según su biógrafo, el sacerdote marianista José María Salaverri, que fue profesor suyo en el Colegio Nuestra Señora del Pilar. Los testimonios proceden de gente como Mercedes J., de Madrid, que le da las gracias por haber enderezado sus estudios de Arquitectura y haber aprobado todas las asignaturas en junio. O como María Eugenia de B., de Lima, que agradece la intercesión decisiva de Faustino para curar la meningitis del pequeño Diego.

Hay otro logro atribuido al joven valenciano. Según remarca La vida de Faustino, que ha sido publicada en numerosos idiomas, la trayectoria vital de este joven "ha ayudado a abundantes vocaciones sacerdotales y religiosas, como lo prometió él mismo el último día antes de morir, y hoy jóvenes de todo el mundo lo tienen ya como ejemplo de vida cristiana".

Próximo paso: "venerable"

Tras el juicio favorable de los teólogos del Vaticano, la causa ha sido trasladada al congreso de cardenales y obispos de la Santa Sede que, de ratificarlo, propiciará que el papa Benedicto XVI pueda firmar el decreto de virtudes heroicas, con lo que Faustino pasaría a ser declarado venerable. A partir de ese momento, el proceso de canonización de Faustino Pérez Manglano continuaría con el fin de conseguir probar un milagro atribuido a su intercesión y así poder ser elevado a los altares como beato. En ese más que probable escenario, Pérez Manglano se convertirá en el beato más joven en la historia de la Iglesia valenciana.

Quien quiera hallar un milagro en la vida de Faustino Pérez o unas vivencias extraordinarias se quedará con las ganas. Su proceso se asemeja más bien al de Alexia González-Barrios, la niña que inspiró la película Camino y que también se encuentra en proceso de beatificación. El profesor Salaverri destaca que su alumno "practicó en vida las virtudes teologales y cardinales en un grado superior, convirtiéndose en un auténtico misionero que, incluso tras su muerte, misiona allí donde alguien se pone en contacto con él". El joven, que dejó anotado su deseo de convertirse en "pescador de almas" por Sudamérica, ha ganado muchos enteros para ser pescado por la Iglesia Católica como símbolo de la juventud cristiana.