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¿Qué relación han tenido los miembros de la SS que se escondieron en España con la nueva ultraderecha española?

El más activo era Theodor Soucek, condenado a muerte en 1951 en Austria por ser uno de los líderes de la Werwolf, la "resistencia" que montaron los nazis y la Juventudes Hitlerianas para sabotear la reconstrucción aliada. Soucek ha participado en muchos actos de partidos como Alianza Nacional (AN), y en publicaciones de apoyo a los negacionistas, o en la llegada a España del general de las Waffen SS (el cuerpo de combate de élite de las SS) Otto Ernst Remer -el último jefe de los escoltas de Hitler- y todo siempre arropado por AN. De hecho el presidente de este partido, el abogado Pedro Pablo Peña, que estuvo en prisión casi tres años por planificar atentados contra familiares de presos de ETA, era también abogado de Remer. Este mismo Soucek, y también el alemán Herbert Schaeffer, teniente coronel de las Waffen SS, publican en España los manuales de guerrilla urbana y sabotaje de la Werwolf que usan los neonazis de ahora.

Teniendo una Ley de Partidos que permite ilegalizar formaciones como HB, ¿por qué no se hace lo mismo con la ultraderecha?

Me resulta sorprendente e inquietante que en este país haya gente que no se puede presentar a las elecciones porque una vez hace 20 años estuvo en una determinada lista, e incluso pueda anularse por ello toda la candidatura. Sin embargo, en las listas de la ultraderecha hay tipos condenados por asesinato, como el asesino de Guillem Agulló, Pedro José Cuevas Silvestre, alias "El Ventosa", que fue el número cuatro de una candidatura al Ayuntamiento de Chiva. O Eduardo Clavero en Madrid, encabezando la lista de Alianza Nacional. Dos tipos que asesinaron a dos chicos clavándoles un puñal en el corazón. Matan a dos personas y no pasa nada. ¡Se pudieron presentar a unas elecciones! A veces se hacen leyes ad hoc para según quién y eso no puede ser.

Parece que la violencia de la ultraderecha no preocupa tanto...

A veces hay una dejación absoluta y de falta de interés en estos temas, pues no hay grupos policiales que se dediquen a investigar exclusivamente a los neonazis, pese a que desde la Transición hasta ahora han cometido 100 asesinatos. En la C. Valenciana llevamos más de 20 atentados con bombas contra sedes políticas y no han detenido a nadie. A una concejala en Gandia le abren la cabeza en una agresión del Grup d'Acció Valencianista (GAV), se identifica a los que lo han hecho, pero los absuelven porque tienen dudas. Si hubieran sido 10 de la "kale borroka", estarían encerrados. Hay muchas varas de medir, parece que hay un trato preferente a determinada gente.

El país esta envuelto en un escándalo por un presunto chivatazo policial a ETA, algo que según denuncia en su libro se repite en la mayoría de las operaciones contra los grupos violentos de extrema derecha, como la desarrollada en Valencia contra el Frente Anti Sistema (FAS) en 2005.

Efectivamente, se hubieran podido conseguir más cosas si no hubieran avisado a los miembros del FAS de la operación policial. Las conversaciones grabadas por la Guardia Civil son clarísimas: "Oye, que me ha llamado fulano, de la Delegación de Gobierno, para decirme que dentro de dos días nos van a registrar la sede". La Fiscalía debería de haber tomado medidas para investigar de dónde venía esa filtración, que además no fue la única. Esto ocurre prácticamente a todas horas.

Según usted, hay una gran tolerancia respecto a estas bandas de neonazis pese a que protagonizan más de 4.000 actos violentos al año en España.

La cantidad de detenidos es ridícula si se compara con el volumen de acciones que llevan a cabo. Detienen a más Latin Kings, que también hay que detenerlos, que a neonazis. Tanto de las agresiones que se denuncian como las que no se denuncian y no se investigan. Por ejemplo, ya hay en los foros de internet una convocatoria para boicotear el concierto que dará Raimon el próximo martes en el Olympia de Valencia. Oficialmente tendría que haber alguien que investigara este tipo de organizaciones y las disolviera. España es el único país que celebra el aniversario del nacimiento de Hitler todos los años y no pasa nada. Aquí hay mucha carta blanca en determinados comportamientos.