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La vivienda sigue siendo un lujo para el 10% de los diputados valencianos. Ocho de ellos declaran no tener casa, ni finca rústica en propiedad. Entre los de patrimonio inmobiliario cero se encuentra la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, junto a los también populares César Sánchez (uno de los más pobres de la Corts, con sus 19.178 euros de patrimonio), Yolanda García o Luis Díaz Alperi. Los socialistas Vicent Sarrià, Eduardo Vicente, Clara Tirado, Antoni Lozano, Nuria Espí y Marina Albiol, de EU, completan el grupo de los que viven en piso escriturado a nombre de terceros.

Especialmente dramática es la economía del popular Rafael Ferraro. Una delgada cuenta corriente, un "inactivo" plan de pensiones y un puñado de acciones que ni se sabe -porque no lo dice- si son de un "blue chip" o de un arriesgado chicharro constituyen todo su equipaje patrimonial. 3.065 euros con 55 céntimos. Ningún activo inmobiliario le cubre los riñones y, para mayor ahogo, las deudas contraídas alcanzan los 445.794,25 euros. Ferraro no detalla si se trata de hipotecas o préstamos personales, pero, de cualquier modo, esas son las crudas e increíbles circunstancias de este diputado de a pie.

A cuatro de los once "sin techo" les queda el consuelo de dormir sin deudas. En esas están Clara Tirado, Vicent Sarrià, César Sánchez y Antoni Lozano. Otros tienen préstamos personales pendientes de amortizar. Con casa o sin ella, 25 parlamentarios -uno de cada cuatro- no deben un euro. El presidente Camps es uno de ellos. De este selecto club forman parte, entre otros, Morera, Ana Noguera, Jesús Ros, Ignacio Subías, Alicia de Miguel, Ángela Barceló, Rosa María Barrieras, Dolores Botella, Mariano Castejón, Consuelo Català, Juan Cotino, Josefa Frau o Isabel Escudero.

Entre las circunstancias curiosas destaca la imposibilidad de averiguar el valor catastral de los inmuebles de las dos diputadas de Iniciativa. Tanto Mònica Oltra como Mireia Mollà hacen constar que están pendientes de escriturar. Mollà tiene una hipoteca de 91.731 euros y Oltra, de 79.250 euros, por el piso adquirido en gananciales.