Pendiente aún de la "sentencia" interna de Génova, el PP valenciano ya ha comenzado la rehabilitación de Ricardo Costa, pese a estar suspendido de militancia.

Tampoco podía tardar mucho, según se especulaba en el propio PPCV. Costa no presentó alegaciones al Comité de Garantías de Génova, lo que fue visto por Rajoy y su entorno como un acto de disciplina. La "pena" por su ejercicio de rebeldía no ha de pasar de seis meses, lo que hace que, a efectos prácticos, sólo le queden pocos días para obtener de nuevo el carné, dado que ya han transcurrido cinco meses desde su polémica inhabilitación.

El grupo popular, por tanto, se ha avanzado, bajo la aquiescencia del propio presidente de la Generalitat -fiel defensor de Costa ante Rajoy- y ha nombrado al ex secretario general, nuevo portavoz de la comisión de Desarrollo del Estatuto de Autonomía, en sustitución de David Serra.

En realidad, la comisión es de lucimiento, protocolaria. Y, paradójicamente, invisible. Se ha reunido en pocas ocasiones, pues la evidencia de que el desarrollo del Estatuto está en una desaceleración completa resulta una obviedad.

Pero eso no impide que el ex número dos plenipotenciario del PP valenciano aumente sus emolumentos mensuales en unos 650 euros. Para cobrar los complementos se ha de ser portavoz o miembro de la mesa de una comisión parlamentaria. Es decir, hay que poseer un cargo.

Costa era el portavoz del grupo popular. Y cobraba el complemento correspondiente. Caído en desgracia, apartado del cargo, descalificado por la dirección del PP nacional, también se esfumó parte de su mensualidad. El PP, ahora, le devuelve una porción mínima, esos 650 euros.