El hasta ahora director del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM), Román de la Calle, ha presentado su dimisión en una carta dirigida al responsable de Cultura de la Diputación de Valencia donde muestra su disconformidad con la censura, la falta de libertad y las órdenes de expurgar fotografías de la exposición "Fragments d'un any".

En la misiva, De la Calle reconoce que, como director, él era "el responsable de las exposiciones programadas en el museo", propiedad de la Diputación de Valencia, aunque agrega que prefiere ejercitar "la aplicación de la ética siempre con las debidas formas, nunca a golpes de canon o de normativas ciegas".

La dimisión de Román de la Calle como director del MuVIM se ha producido después de que el pasado viernes, unas horas después de su inauguración, responsables políticos de la Diputación de Valencia decidieran censurar diez fotografías -todas de temática política y la mayoría relacionada con el caso "Gürtel"- de las 91 de la exposición "Fragments d'un any 2009", organizada por La Unió de Periodistes Valencians.

Al exponer su decisión, De la Calle agradece al diputado de Cultura, Salvador Enguix, que asumiera "en exclusiva la responsabilidad de la retirada, ya histórica, de las fotos. Tú recibiste la orden y tú la transmitiste, bajo una presión ingente".

"Por eso -añade el ex director del MuVIM-, hablar de pacto censor entre nosotros, como se ha intentado hacer institucionalmente por parte de la propia Diputación, para instrumentalizarme, no tiene sentido alguno y me ha ofendido en los más profundo".

Tras hablar de censura y represalias, Román de la Calle reconoce que su suerte "estaba echada" desde el mismo jueves cuando escuchó, mientras "enmudecía" el propio Enguix, "las intervenciones en cadena del diputado Máximo Caturla", que era la primera vez que acudía a la inauguración de una exposición del MuVIM.

Agrega que, media hora después de la inauguración, Enguix le llamó para indicarle que la muestra "debía revisarse y expurgarse", así como que habían de "retirarse ciertas fotos".

Tras la polémica suscitada, presenta su dimisión "por coherencia con esa misma responsabilidad pero, sobre todo, por no querer ser partícipe de ninguna mengua de libertad de expresión. Al MuVIM le falta hoy una parte relevante de su programación actual. 'Fragmentos de un año, 2009' ha debido emigrar, a la fuerza, de este espacio de convivencia y de diálogo, de respeto y de apertura".

Al recordar las horas siguientes a la inauguración de la exposición y la reunión que mantuvo a continuación con el personal del museo, De la Calle asegura que "había que estar ciegos, debían carecer de prudencia y estar sobrados de fuerza ciega para querer apagar una colilla, que se había encendido sin prácticamente consecuencias aún, con un torpedo de grueso calibre".

"La cultura de la razón y de la libertad, que hemos pretendido hacer escuchar a nuestros conciudadanos cuando visitan el MuVIM, no pueden quedarse sólo dentro de nuestras paredes museísticas. También deben proyectarse fuera, hacerse historia real y vivida", ha resaltado.

Afirma también que pretender "separar el arte y la cultura de la política, como si fueran compartimentos estancos en la existencia humana, nunca es viable, ya que somos, ante todo, personas. Otra cosa es querer politizar la cultura o desear despolitizarla, como ha sucedido en esta ocasión".

Tras recordar que "ni siquiera llegó a establecerse un diálogo" con los autores tras la inauguración, afirma que la decisión derivó "en una acción de fuerza verbal, tomada en las esferas superiores de la Diputación".

"La Unió de Periodistes Valencians -afirma el ex director- no iba a permitir esa purgación parcial que se exigía unilateralmente a la muestra. Ahora, ya disponen de otro tema bien candente para ser aprovechado y propuesto en imágenes para 'Fragmentos de un año, 2010'".