El Consell y el PP de la Comunitat se esforzaron ayer en tratar de enterrar el escándalo de la censura de las fotografías políticas, en su mayoría del caso Gürtel, del Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVim) para evitar que la bola de nieve acabe arrollando también al presidente nacional del PP, Mariano Rajoy, quien el domingo clausura en Valencia la convención nacional del empleo.

El caso, que ha traspasado las fronteras de la Comunitat, preocupa y mucho a Génova, donde se teme que el acto previsto para el lucimiento de Rajoy quede enturbiado ante el el malestar que ha generado en numerosos ámbitos de la sociedad valenciana el veto de la Diputación de Valencia y la dimisión de Román de la Calle.

Con todo, la estrategia seguida por los populares valencianos para frenar el escándalo no parece que siga el camino que el pasado miércoles mostró la propia dirección nacional. La defensa que el vicesecretario de Comunicación del PP , Esteban González Pons, hizo el pasado miércoles del ya ex director del MuVIM y la petición de la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría de que se dé una explicación transparente de lo ocurrido cayó en saco roto. La portavoz del Consell, Paula Sánchez de León y el secretario general del PP-PPCV, Antonio Clemente,coincidieron ayer en señalar que dan por dadas todas las explicaciones y que el asunto está finiquitado.

"Es un tema zanjado y sobre el que el Consell no tiene nada que decir", señaló Sánchez de León. La consellera mantuvo que "ya se han dado las respuestas que había que dar por parte de las instituciones oportunas" e indicó que la Generalitat "no tiene nada que decir respecto a las actuaciones de otras instituciones, ya que ellos ya han tomado sus decisiones y han dado sus respuestas".

Preguntada sobre si tiene intención de visitar la exposición -que mañana será reinaugurada en la Galería Tomàs March de Valencia- respondió: "Por supuesto, siempre que el tiempo me lo permite visito cualquier tipo de exposición", dijo. Clemente, por su parte, mantuvo que "personalmente" no tenía constancia de que Génova hubiera pedido ningún tipo de explicación. "En su momento se dieron las explicaciones adecuadas por las personas que las tenían que dar", reiteró. Y añadió que lo "realmente preocupa" a los valencianos era el paro"

Pese al intento del PPCV y del Consell de frenar el escándalo y la explicación oficial de que es un asunto que compete sólo a la Diputación, en privado la idea extendida en el PP es que la decisión de retirar las fotografías ha sido una "torpeza" sin paliativos de la institución que preside Alfonso Rus. Tanto en el Consell como en el partido se es consciente de que el escándalo perjudica sobre todo a Camps, ya que la sombra del caso Gürtel vuelve estar de nuevo de actualidad. Informativos nacionales y programas de humor se han hecho eco de la polémica, que además se ha agrandado con las declaraciones del cantante Miguel Bosé sobre la represión en Valencia y la reacción del Consell contra el artista. Pero las críticas no se quedan sólo en Rus.

Algunos cargos del PP también cuestionan a Camps al entender que debía haber tomado medidas para evitar que el escándalo fuera a más, máxime ante la inminente visita de Rajoy a la Comunitat tras prácticamente un año sin pisar la Comunitat. El PP regional ultimaba ayer los detalles de la convención con una visita al pabellón de eventos de la Feria de Valencia donde, finalmente, no habrá foto de la reconciliación entre Dolores de Cospedal y Francisco Camps. Clemente confirmó la ausencia de la número dos del PP y la justifico por lo apretada de su agenda.