El empresario madrileño Arturo T. M., administrador único de una empresa de promoción inmobiliaria con sede social a unos pocos metros de la zona más exclusiva de la Castellana, es, según las investigaciones de la Guardia Civil y de Vigilancia Aduanera, uno de los "peces gordos" que nadaba tras el cargamento de 1.200 kilos de cocaína interceptado en el puerto de Valencia el pasado 25 de febrero. Y, según la prensa dominicana, no era un empresario cualquiera.

El presunto narcotraficante, que fue detenido por agentes de Valencia en Gavà (Barcelona), cuando acudió a recoger el cargamento, es el promotor de uno de los edificios más emblemáticos de Santo Domingo, el rascacielos Atiemar, símbolo de progreso y modernidad arquitectónica.

Tanto que, cuando se inició la construcción de la Torre Atiemar -su nombre oficial-, fue el mismísimo presidente de la República Dominicana, Leonel Fernández, quien colocó la primera piedra, en un evento que se convirtió en todo un acto social en Santo Domingo. El pasado fin de semana, esa torre, ubicada en una exclusiva zona de la capital dominicana llamada La Esperilla, fue intervenida por agentes antidroga de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), siguiendo órdenes del fiscal encargado del caso en el país centroamericano.

Los policías entraron pertrechados con armas y chalecos en al menos seis apartamentos del rascacielos, un edificio de 21 planta que domina el horizonte urbano de la capital dominicana.

El gobierno anterior no aceptó

Sin embargo, ésa no es la única obra de envergadura realizada por la firma ligada a la familia de Arturo T. M. Según el periódico digital DominicanosHoy.com, "la Torre Atiemar pertenece a un consorcio de constructores que ha hecho grandes obras en la capital". Según ese diario, durante el inicio de la construcción, Arturo T. declaró que había pretendido llevar "aires de arquitectura moderna y de aportar tecnología punta al país" y que eso le había sido negado por el gobierno anterior de Hipólito Mejía.

En este momento, la policía antinarcóticos dominicana y el Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil de Valencia, así como Vigilancia Aduanera tratan de averiguar si las propiedades del detenido fueron levantadas con dinero procedente del narcotráfico.

Según otro periódico local, el mármol que transportaba el contenedor que llegó a Valencia con los 1.200 kilos de cocaína era, oficialmente, el sobrante de la construcción de la Torre Atiemar, cuyas viviendas de alto "standing" aún no han sido habitadas.

Tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, el empresario fue detenido en Gavà cuando había acudido a una nave de un polígono industrial para recibir la mercancía expedida a su nombre. En ese momento, cayeron sobre él los agentes, que ya habían extraído la tonelada larga de droga en el puerto de Valencia, después de que ésta fuera detectada tras la selección del contenedor por parte de los analistas.