?Francesc Arabí

valencia

Se negó a asumir la ración de intolerancia y torpeza que le quisieron cargar quienes castraron la exposición "Fragments 2009". Es viernes, hace una semana de su renuncia y está en Mallorca en unas jornadas en las que ha explicado su "fórmula MuVIM", con final convulso. Acaba de enterarse de que la Unió de Periodistes le ha dado el premio Llibertat d'Expressió, igual que a los gráficos vetados.

Que la libertad de presión relegue a libertad de expresión, empezando por el periodismo, ¿es política o economía de mercado?

Empieza siendo un dejar hacer político y luego creemos que es normal y se convierte en dialéctica de mercado. Soy libre de presionar porque tengo poder y dejo que hablen de libertad de expresión pero si nadie se levanta contra esa presión, la libertad de expresión sólo es una entelequia.

¿Es consciente de que con su dimisión ha impulsado algo tan insólito como que los periodistas hayan protestado por algo?

Os dejáis llevar por el río de cotidianidad pero cuando os apartáis al margen pensáis. ¿Qué ha pasado para este levantamiento a partir de una dimisión? Pues que han estado ahí los medios de comunicación y el mundo del arte. Esta necesidad de compromiso cívico debería comenzar por este ámbito. Hay que ir contra esta postmodernidad en la que no importa el individuo sino el sistema y en la que todo vale, aquí no pasa nada y todos callamos.

El proceso de canonización que lo ha elevado de víctima a héroe en horas, tras haber dimitido por dignidad, ¿qué revela?

Revela la anormalidad de una sociedad en la que ser ético en tu comportamiento se convierte en extraordinario. Nunca pensé en ser héroe, sólo en estar tranquilo e ir con la cabeza alta. Pero si ser normal se convierte en extraordinario, es que algo pasa. Siempre he pensado que el principio de autonomía individual es el reflejo más inmediato de la libertad.

Alguien podría pensar que dimitir siendo catedrático y a los 68 años es más fácil.

Dimitir ha sido una cuestión de sangre. Estaba muy identificado y entusiasmado con lo que hacía. Pensaba volver a la universidad a jubilarme a los 70 años porque, pese a las enfermedades que he sufrido, me sentía bien, muy vivo.

¿Le llamó Francisco Camps?

No me ha llamado nadie. Sólo los amigos y preocupados. Los 3,6 millones de entradas que hay en google y "facebook".

¿Qué opina de su silencio?

Es una estrategia generalizada. Los responsables de la censura dicen que no pasa nada y dimite el que no tiene culpa.

¿Le ha sorprendido que Rus, Caturla y Enguix censuraran la exposición o lo raro es que hasta ahora no hubiera injerencias?

En seis años las injerencias han sido mínimas, porque desde el principio lo dejé claro. Ahora hay proyectos para el futuro director, pero lo que hemos hecho ha sido ejemplar gracias al equipo de 25 personas que creían en el proyecto y por las que estoy preocupado.

¿Teme represalias a sus colaboradores?

No se de qué pero somos sospechosos. Y eso que es imposible tener más mano izquierda de la que hemos tenido estos años. No quise dar motivos para que hubiera problemas, pero creo que mis colaboradores no lo tienen fácil.

¿Y su sustituto lo va a tener difícil o no hay nada más seguro que una compañía de transportes que ha sufrido un accidente?

Hace 30 años yo daba clases en la Politécnica, igual que Tomás Llorens, que tuvo que irse por motivos políticos. El director de la Escuela de Arquitectura me llamó para que ocupara su lugar y le dije que nunca asumiría una responsabilidad de una persona que ha sido censurada. Lo demostré. Y eso que nunca me ha gustado aquello de "detrás de mi el diluvio". Tenemos 2010, 2011 y 2012 programados. Al despedirme de mis colegas les dije que si el que venga respeta el programa, adelante. Si no lo hace, les dije que seré el primero que levantará la voz y creo que en ese caso deberían decir algo. Mi pregunta sería si alguien se haga cargo de esto o habrá limpieza antes.

¿Sospecha que se desprenderán de su legado igual que se tira la ropa del que muere?

No creo que hagan una gran hoguera porque llamaría la atención de los vecinos. Se hará poco a poco. Sospecho que sí, sinceramente.

¿Comparte con los directores de museo que la plaza debería cubrirse por concurso?

Hay que hacerlo. Yo entré porque me lo pidieron y no se había constituido aún el código de buenas prácticas, que ha de aplicarse a la forma de entrar, pero también a la forma de salir y a todos los que deciden sobre el museo.

¿Qué aconsejaría al sustituto?

Que respete y perfeccione la fórmula MuVIM. En muchas cosas pueden complementarla, como lograr más presupuesto.

¿Se siente utilizado por los políticos que el otro día, en la reinauguración de la muestra, se colaron en la foto?

El otro día, poco antes de irme a ese acto, un político me decía: "van a utilizarte". Me giré y le contesté: "tú ya me has utilizado". Calló y salió de mi despacho.

¿Qué condición pondría para entrar en política e ir en listas?

No lo haría. Toda la vida he sido radicalmente autónomo y he hecho un esfuerzo por ser equilibrado, nunca extremista. En una estructura de partido no me habrían permitido tirar la toalla. Por lo visto no te dejan dimitir y ese es el drama. Nunca pasa nada y si pasa ¿qué importa? y si importa ¿qué pasa? Eso podrían decirlo los responsables políticos que deberían dimitir.

¿No es hombre de carné?

Nunca he querido estar en ninguna asociación. No me gusta ni aquello de reunirse todos los lunes en tal sitio con los amigos. Me gusta ir por libre. Siempre he jugado a construir una ética personal, aunque tampoco negaré que voy más a gusto con unos que con otros compañeros de viaje. Pero sé convivir hasta con aquellos con los que nunca viajaría, pero que en un momento histórico es necesario porque los objetivos son más importantes que estrategias personales.

No era el PP el compañero de viaje con el que está más a gusto.

Pero cuando doy la palabra... No he fallado en seis años. Cuando me ofrecieron el MuVIM consulté con gente, aunque habitualmente me encierro yo a decidir. Me dijeron que adelante porque lo que podía hacer allí no podría hacerlo nadie.