Alberto Giménez (Alicante, 1954) es un hombre de desafíos que mira hacia el futuro y dispuesto a interceder con pericia en una negociación entre el Estado y la Generalitat para convencer a ambas fuerzas de su último proyecto, en el que la Generalitat va a salir perdiendo para que todos salgan ganando. Todo un reto de diplomacia y dialéctica. Y el salvavidas del sector.

Con la recesión se les han quedado vacantes 4.000 plazas.

Si, se crearon nuevas que no se han cubierto, con lo cual un sector que funciona con una ocupación razonable tiene una desocupación del 20% que está poniendo en peligro las empresas.

¿Se adelantaron a la demanda?

No, porque la demanda que hay es suficiente para cubrir las plazas mañana mismo si existiera voluntad política de hacerlo.

Y para ponerlo fácil han hecho un estudio que dice que si les llenan esas plazas con dependientes, el Estado ganará 12 millones en impuestos de retorno.

Si, el estudio que han realizado el profesor García Reche y el Instituto de Biomecánica demuestra que si se ocupan las plazas, se crea empleo. Es verdad, la Administración pone 50 millones pero recibe 62 de impuestos, luego, no puede haber un problema presupuestario. Cuanto más plazas cubran, más retorno y beneficio tienen.

Parece el cuento de la lechera.

No, porque el estudio es de orden matemático. Cada una de esas cuatro mil plazas le cuestan a la Administración 1.100 euros al mes, que suman 50 millones porque un 39% lo pone el usuario. Entonces las Administraciones reciben 62 millones en impuestos: IVA, IRPF y cotizaciones de la SS.

Si la medida es tan positiva, crea empleo y aporta beneficios ¿por qué no se ejecuta?

Porque el retorno de los beneficios no es igual para la Administración General que para la autonómica. Si la Generalitat cubre mañana esas 4.000 plazas, el retorno es de 12 millones porque al Estado le revierten 44 millones, pero a la Comunitat Valenciana le cuesta 31 millones. Y ese es un importante desfase financiero.

¿Y qué va a hacer para convencer a la Conselleria de Bienestar Social si la operación le cuesta 31 millones?

Intentar que la Administración General del Estado ponga más. Hay una discusión entre ellos que paraliza la iniciativa o, peor aún, que en vez de crear plazas en residencias se opte por el cuidador familiar, una opción que a Valencia le cuesta 7 millones y al Estado, 20. Lo que ya está pasando es una falta de sentido de Estado y de responsabilidad que impide un acuerdo.

A ver si también va a decir que la culpa es de Zapatero.

No, cuando hablo de sentido del Estado me refiero a las dos administraciones.

¿Cuanto tiempo llevan vacías con esas 4.000 plazas?

Más de un año y hay centros que ya están cerrando.

¿Se creían que este negocio era la gallina de los huevos de oro y han visto que no?

Era un sector con una rentabilidad pequeña, una ocupación alta y una cierta sensibilización social para trabajar en él. Si se entiende como mero negocio y se llega a este sector con ese punto de vista, hay muchas posibilidades de fracaso.

¿Cómo va a convencer al presidente Camps de que su propuesta es buena para la economía valenciana?

A través del Comité Consultivo y con el apoyo de los sindicatos. Tienen que sentarse los de arriba para llegar a un acuerdo con sentido de responsabilidad. Desde la sociedad civil no podemos seguir sin ofrecer esos empleos y dejar a esas personas dependientes sin atención. Deben ponerse de acuerdo.

Pero a la Comunitat Valenciana le tiene que salir a cuenta.

Las competencias son autonómicas y deben asumirlas y cubrir esas plazas y luego negociar con la Administración General del Estado para equilibrar la situación.

Por mucho que diga, el mango de la sartén lo tiene Valencia.

Vamos a confiar en que den ese paso para que haya una modificación financiera más racional y equilibrada.

¿Van a pelear desde Aerte para que Madrid dé más dinero para la dependencia?

El documento se lo he presentado a la ministra de Sanidad.

Lo que usted pretende es un hueso muy duro de roer.

Si, pero estamos hablando de 30 millones y hay que priorizar porque se trata de la salud de los dependientes y porque la Generalitat tendrá todo nuestro apoyo para que esa factura se equilibre más adelante.