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Un estudio de la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) ha revelado algunas irregularidades en la forma como se llevan a cabo las entrevistas a los solicitantes de asilo en Valencia y otras tres ciudades españolas, según explicó la coordinadora del informe, Clara Odofin. España es uno de los doce países comunitarios sobre los que Acnur ha estudiado su procedimiento de asilo partiendo de la fiscalización de más de 1.000 solicitudes y entre los que también están Francia, Alemania y Reino Unido.

Acnur estudió 124 entrevistas en oficinas de asilo de Valencia, Melilla, Madrid y Barcelona, y extrajo algunas irregularidades en el procedimiento como que las entrevistas no se llevaban a cabo en condiciones de confidencialidad y con la sola presencia del funcionario, el solicitante y, en su caso, un intérprete, como reclama la ONU.

"Las entrevistas se llevaban a cabo en salas donde se estaba entrevistando a otras personas y era posible escuchar sus historias, y además eran constantemente interrumpidos por llamadas telefónicas u otros miembros del personal", relató Odofin.

Los traductores e intérpretes que asisten en estos procesos en Valencia y el resto de ciudades españolas investigadas son otro motivo de preocupación, pues según Odofin "no hay un sistema de control sobre la calidad de los mismos y por las lenguas poco habladas de algunos demandantes de asilo es muy difícil comprobar si saben transmitir el mensaje del solicitante".

Igualmente, Acnur resalta que los funcionarios que realizaban las entrevistas en Madrid habían recibido formación específica sobre cómo llevarlas a cabo pero que no ocurría lo mismo en el resto del territorio español, "y sobre todo en las oficinas de la guardia de fronteras".

Odofin subrayó el papel "crucial" de las entrevistas a los solicitantes de asilo, por ser el elemento decisorio para las autoridades a la hora de valorar si la persona puede quedarse o bien debe ser devuelta a su país, donde podría ser objeto de torturas o persecución política.

El informe identifica "flaquezas" en el procedimiento de asilo en la mayoría de los doce países estudiados, especialmente respecto a las entrevistas.

Las irregularidades más frecuentes en todos los países fueron la escasa formación de los funcionarios sobre procesos de asilo, el escaso tiempo dedicado a cada solicitante y la falta de intérpretes cualificados.