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La Asamblea General de la Federació d'Associacions de Pares y Mares d'Alumnes (FAPA) de la provincia de Valencia celebró ayer una sesión para designar su nueva ejecutiva, que desde ayer tiene a María José Navarro como presidenta, quien releva a Gemma Piqué. Esta elección estuvo rodeada de polémica, debido a que no se permitió la posibilidad de votar una lista alternativa a la elegida por el Consejo de Gobierno (órgano elegido por consenso por las asociaciones de cada comarca), ya que según FAPA no cumplía los requisitos estipulados en los estatutos de la federación.
Desde la entidad señalaron tras la elección de la ejecutiva que "buscando por encima de todo la participación, democracia y transparencia suficiente, cualquier miembro de un AMPA ha podido presentarse a dirigir, con el apoyo de todas las AMPAs, la federación de padres". Así, desde la federación resaltaron que cada asamblea comarcal ha elegido a los representantes al Consejo de Gobierno del cual "ha surgido una nueva comisión ejecutiva", es decir la presentada ayer. De este modo, según la entidad la lista alternativa no cumplía los requisitos de estatutos.
Por contra, desde la ejecutiva alternativa aseguraban que "no se nos ha permitido presentar una candidatura alternativa que reunía todos los requisitos estatutarios, lo que ha hecho que algunos asistentes indignados por la falta de democracia y claridad abandonasen la sala". Desde esta alternativa, Mª Angeles Gálvez explicaba que impugnarán la asamblea debido a esta situación. También apuntaron que la candidatura elegida "no reunía los requisitos estatutarios, ya que por una parte estaba incompleta", con 12 personas en vez de 14, y por otra "porque otros dos miembros, la presidenta y el secretario general han agotado los plazos que marcan los estatutos, de cuatro años".