Vicent X. Contrí

Fotos: F. Montenegro

?Una encuesta del diario El Periódico de Catalunya ha certificado una percepción social que se tenía. Un partido de tinte xenófobo y racista sería la tercera fuerza política en el parlamento catalán por detrás de Convergència i Unió y el Partit Socialista de Catalunya, y por delante de partidos políticos tan dispares como Esquerra Republicana de Catalunya, el Partido Popular o Iniciativa-els Verds.

¿Qué ha pasado para que los catalanes estén dispuestos a convertir -encuesta en mano- a la Plataforma per Catalunya en un partido con notable representación parlamentaria? ¿Es posible un fenómeno similar en la Comunitat Valenciana? La respuesta está en la ciudadanía y la tensión va en aumento. El sábado la mezquita de Gandia recibía un ataque con dos cócteles molotov.

Esteban Ibarra es el presidente del Movimiento contra la Intolerancia. Esta semana denunció ante la Delegación del Gobierno en Madrid, la Brigada Provincial de Información de la Jefatura Superior de Policía y el Juzgado a cargo de violencia por internet la proliferación de grupos en Facebook que profieren amenazas de muerte contra su persona y en los que se incluye incluso "la disposición de financiar su asesinato".

Explicó que los datos de Cataluña confirman "una tendencia de crecimiento de la xenofobia". En un informe de la Secretaria de Estado de Inmigración ya reflejaba que el 50% de los encuestados tenía perjuicios por los extranjeros. "Ahora bien, que ese sentimiento se transforme en un proyecto político depende de la capacidad de neutralización" apuntó Ibarra. "En Cataluña los partidos democráticos han aceptado las tesis de Anglada y han cometido errores como las manifestaciones contra las mezquitas o el tema del empadronamiento de la ciudad de Vic" explicó el presidente del Movimiento contra la Intolerancia.

"Difícilmente puede darse en Valencia porque los partidos, tanto de izquierda como de derecha, no han cometido los errores de bulto que se han dado en Cataluña. Lo que es cierto es que hay estructuras sociales que quieren seguir el camino de Anglada, que se ha disfrazado de falsa democracia. En la Comunitat Valenciana tienen el problema de que esos partidos están vinculados a la extrema derecha franquista, del pasado. Eso les dificulta cosechar logros electorales. Sin embargo, van a trabajar duramente en las elecciones municipales". De momento el único partido con representación municipal es España 2000, que cuenta con dos ediles -uno en Onda y otro en Silla-. Siguiendo el patrón político de Cataluña, y como apuntan las fuentes consultadas, es probable que la baza de esta formación de extrema derecha sean los comicios municipales, ya que el asalto a las autonómicas se presupone imposible (obtuvieron sólamente cerca de 6.000 votos en 2007).

De España 2000 habló también, Francisco Solans, presidente en Valencia de SOS Racisme. "En Valencia ya se presentó en 2007 y no sacó ni siquiera unos resultados mínimos. Es distinto a Cataluña. El problema vendrá si los partidos mayoritarios incluyen en sus programas políticos los planteamientos xenófobos. Hay que denunciar la responsabilidad que tienen los dos grandes partidos: PP y PSOE. Hacen muy mala pedagogía en política de la inmigración. Emiten mensajes subliminales negativos que fomentan la xenofobia social, por lo tanto son los primeros responsables. Es necesario que asuman la responsabilidad y practiquen un discurso constructivo. Por otra parte, Solans incidió en una idea: "es fundamental que esos partidos políticos no se dejen llevar por un electoralismo irresponsable que esté impregnado de ideas xenófobas. Sería un error histórico que asumieran ese discurso en sus programas, porque para frenar a la ultraderecha no hay que aceptar sus propuestas".

Identidad

En el análisis de las razones por las que no nace con éxito un partido de corte xenófobo hay diferentes hipótesis. Ferran Suay, psicólogo y profesor de la Universitat de València, señala que puede que esté condicionado por "la autofobia que existe. Ese odio a lo autóctono que profesan los gobernantes valencianos. Ya que sin tener clara la identidad como pueblo sólo puedes ser ambiguo". La extrema derecha valenciana juega la baza de España. Utiliza el castellano como lengua única y como arma electoral carga contra todo lo que provenga de Cataluña para lo que sí usa el valenciano. El partido España 2000 en su campaña de fallas lo dejó claro con el lema "Valencia es España" y como reza en su web las proclamas no dejan dudas sobre su estrategia electoral: "som valencians, mai catalans", "no nos engañan Valencia es España", "el que vullga català que se'n vaja a fer la mà". España 2000 es un partido nacido en Valencia pero cuyo marco de acción política es el conjunto del Estado, donde intenta implantarse.

Por contra, el mensaje del partido de Josep Anglada se circunscribe -de momento- sólo a Cataluña y se enmarca dentro de los movimientos de extrema derecha que crecen en Europa (el Pim Fortuyn de Holanda, o el Frente Nacional de la familia Le Pen, en Francia). En su discurso contra la inmigración usa el catalán y el castellano como lenguas vehiculares de un movimiento político polémico que se asienta.