Técnicos del Ministerio de Defensa están realizando catas en el anclaje de la estatua ecuestre de Franco de la antigua Capitanía General de Valencia para proceder a su traslado de forma "inminente", según confirmaron ayer fuentes militares. La brigada tomó hace unos días medidas del monumento para sacarlo del patio donde está ubicado. La estatua de Franco presidió la plaza del Ayuntamiento entre 1964 y 1983. El Gobierno socialista de Felipe González decidió entonces depositarla en la Capitanía General para evitar polémicas.

La obra quedó instalada en uno de los patios del antiguo convento de Santo Domingo. El enclave siempre ha tenido un carácter provisional. En varias ocasiones se han hecho amagos de retirarla y devolverla a su propietario, el Ayuntamiento de Valencia, pero ha sido la Ley de Memoria Histórica la que ha forzado a hacerlo. El propio secretario de Estado de Defensa anunció hace meses que el pasado 31 de diciembre no quedaría ningún símbolo franquista en centros o espacios oficiales, pero la fecha no se respetó.

El Ministerio de Defensa cursó hace tres meses la orden al Cuartel General de Valencia para que fuera retirada la estatua. La directriz, según Defensa, se iba a cumplir de inmediato pero empezó a haber problemas con su destino.

La prioridad del Ministerio de Defensa es devolver el monumento al Ayuntamiento de Valencia. El consistorio descartó ubicarlo en el depósito municipal de estatuas de la avenida del Cid, que es donde se almacenó la escultura del fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera. El monumento ecuestre de Franco no cabe en el almacén de la citada avenida.

Los responsables municipales le comunicaron al Ministerio de Defensa que deseaban que la escultura fuera al Museo Militar, como se acordó cuando fue retirada de la plaza del Ayuntamiento hace 26 años. Sin embargo, el Museo Militar también tiene problemas de espacio. El director del centro ya advirtió en enero de que la estatua sólo podría ser colocada en una esquina del patio dedicado al armamento pesado.

Depósito de arqueología

Una tercera opción es que se guarde en el depósito municipal de arqueología, que se encuentra en el polígono Vara de Quart. Las instalaciones están siendo ampliadas.

La cuarta posibilidad es que la escultura vaya a un almacén de una contrata municipal como Secopsa. El Ayuntamiento de Valencia, como dueño de la estatua, siempre ha estado dispuesto a acogerla en sus dependencias y a pagar los costes de la operación de traslado.

El Ministerio de Defensa informó hace veinte días que ya había retirado en toda España 321 símbolos franquistas de las instalaciones militares sujetos a la Ley de la Memoria Histórica. La cifra supone el 75% del total. Otros 80 símbolos -entre ellos la estatua de Franco de Valencia y el escudo preconstitucional que preside la entrada de Capitanía- se encuentran en fase de retirada y otros cuatro están pendientes de valoración por parte del Ministerio de Cultura.

El secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez, informó al Congreso de que de los 405 objetos catalogados, 121 se encontraban o están en dependencias del Ministerio de Defensa y sus organismos, 225 en instalaciones del Ejército de Tierra y el resto en cuarteles de la Armada y en el Ejército del Aire. La mayoría de estos símbolos corresponden a placas, bustos, estatuas o vidrieras.

El Gobierno también ha iniciado los preparativos para cambiar la denominación de las instalaciones militares con nombres que puedan estar relacionadas con la Ley de Memoria Histórica.

Cuatro años para el primer cambio

La estatua ecuestre de Franco, obra del escultor José Capuz, fue retirada de la plaza del Ayuntamiento a principios de los ochenta y trasladada al interior del convento de Santo Domingo, ocupada entonces por la Capitanía General de Valencia y ahora por el Cuartel General de Alta Disponibilidad. El Ayuntamiento de Valencia adoptó el acuerdo para cambiar de ubicación la estatua en 1979, pero no se pudo ejecutar hasta el 9 de septiembre de 1983. Ocho personas se ofrecieron voluntarias para retirar, encapuchadas, el monumento ecuestre. La operación fue aprovechada por grupos de ultraderechistas, que intentaron hacerla fracasar. El operativo estuvo plagado de errores. El centro de Valencia fue escenario durante once horas de enfrentamientos, agresiones y cargas policiales.