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Eduardo Zaplana no va a volver a la escena política. Eso sugiere él ­—no quiso aparecer en ninguna fotografía— y también algunos de sus «amigos» con los que compartió su gestión en la Generalitat. Ni retornará el ex ministro y hoy alto directivo de Telefónica ni tampoco la mayoría de los quince ex altos cargos de la Generalitat y del PP con los que Zaplana se reunió ayer en Alicante durante una larga comida de más de tres horas y media: empezaron a las 14.30 horas y se levantaron de la mesa cerca de las seis de la tarde. No se escondieron. La convocatoria, de hecho, tenía como escenario un lugar casi público: el Nou Manolín, un restaurante del centro de Alicante.

En la mesa presidida por el ex titular de la Generalitat tomaron asiento el juez Eloy Velasco, ahora uno de los magistrados estrella de la Audiencia Nacional y ex secretario de Justicia; el anterior Síndic de Greuges, Bernardo del Rosal; Gonzalo Morell, ex director general de Grandes Proyectos; el ex diputado Antonio Aragonés; el responsable durante la etapa de Zaplana de la red de CDT, Joaquín Barceló Llorens; el ex número tres de Zaplana en el PP, Juan Manuel Cabot; el que fue gestor de la política turística de la Generalitat, Roc Gregori; el director del Plan Provincial contra las Drogodependencias, Bartolomé Pérez Gálvez; ex altos dirigentes de Educación como Carmina Nácher y José Antonio Rovira —hoy con cargos de confianza en el Ayuntamiento de Alcoi y en la Diputación, respectivamente— o de Universidades caso de Salvador Forner; la ex secretaria de Justicia, Carmen Galipienso; Juan José Bayona, que ocupó cargos en Canal 9 y en Bruselas; la ex directora general Clara Abellán; y la que gestionó TVV, Vea Reig. Todos ex. Todos altos cargos con Zaplana. Todos, de una manera o de otra, apartados de la primera línea. Y con todos se siguen telefoneando.

Lo tienen claro. No tienen voluntad alguna —ni ganas— de interferir en la vida política de la Comunitat. Todo lo contrario. Simplemente quieren reunirse para hablar y no perder el contacto porque, apuntó uno de los asistentes, «nosotros sí nos seguimos llamando y nos cogemos el teléfono». Y hablaron. Durante el encuentro, seañalaron fuentes conocedoras de la reunión, se escucharon intervenciones sobre todos los temas que se mueven en la complicada agenda política de la Comunidad. Hubo referencias al caso Gürtel («muy por encima y de pasada», matizaron), a la espera de que el 5 de abril se levante el secreto de sumario. También hubo momentos para recordar la etapa en el Consell. Sin ganas de volver a la primera línea. Eso sí, muchos de ellos, incluido Zaplana, eran conscientes de que, pese al tono del encuentro, la mirada de Camps siempre está pendiente del ex ministro cuando pisa la Comunitat.