El levantamiento del secreto del sumario del caso Gürtel ha deparado menos novedades de las esperadas respecto a la rama valenciana de la trama, pero ello no resta gravedad a los hechos que negro sobre blanco se plasman en informes policiales sobre la presunta financiación ilegal del PP en la Comunitat Valenciana. La contabilidad del partido en Valencia y los pagos en B a las empresas de la trama preocupa y mucho a la dirección nacional del PP hasta el punto de que los expertos que durante dos días han escudriñado los 50.000 folios del sumario temen que la instrucción de Pedreira acabe con la imputación de aforados valencianos y con una investigación judicial ex profeso sobre las cuentas del partido en Valencia.

Aunque durante estos días la presión mediática sobre el líder del PP, Mariano Rajoy, se ha concentrado en el ex tesorero del partido, Luís Bárcenas, los asesores jurídicos del partido están más preocupados sobre cómo puede evolucionar el caso desde el punto de vista judicial. Cabe recordar que la instrucción no ha terminado, que puede haber nuevas diligencias y sobre todo, que el juez Pedreira todavía no se pronunciado sobre las pesquisas policiales, entre ellas, las que aportan pruebas contundentes sobre irregularidades en las finanzas del PP que preside Francisco Camps.

Aunque el informe sobre la Brigada de Blanqueo de Capitales sobre la financiación irregular del PP valenciano estaba ya desde hace meses en los diarios -Levante-EMV fue de los primeros en informar sobre este documento- muchos dirigentes del PP reconocen en privado que los datos aportados por la policía son cuanto menos preocupantes. Tanto este informe, sobre el que se ha basado la querella socialista, como los tres anexos al documento desgranan con todo lujo de detalle como el PP valenciano pagaba parte de los servicios de Orange Market en negro y cómo las constructoras asumían con facturas falsas los trabajos que la firma de Alvaro Pérez realizaba para la formación de la gaviota. Además, las escuchas dan cuenta de cómo El Bigotes amañaba facturas con la complicidad del entonces número dos del PP, Ricardo Costa.

De ahí que la contabilidad de partido es para Génova la cuestión nuclear del sumario. "Las escuchas telefónicas dan mucho juego y dañan la imagen del partido, pero no es nuestro mayor problema", reconocía ayer un destacado dirigente del PP.

Los asesores jurídicos del partido no descartan que Pedreira acabe ampliando la lista de imputados hasta ahora limitada en en lo tocante al PP a cargos de la Comunidad de Madrid. Si esta hipótesis acaba produciéndose y dado que los posibles imputados serían aforados, de la causa principal se desgajaría una pieza separada que recaería en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, tal como ocurrió con la causa de los trajes.

Por otro lado, en el PP se admite que la marcha de Bárcenas del partido dirige los focos a Valencia, que ha quedado relativamente fuera del debate nacional.

Mientras tanto desde Presidencia de la Generalitat y el PP regional se insiste en que no hay caso porque no hay imputados. Sin embargo, a nadie se le escapa que las decisiones que a partir de ahora tome el juez pueden ser claves y que la situación de debilidad en la que el escándalo Gürtel ha dejado a Francisco Camps podría no resistir una eventual complicación jurídica. Además, sigue pendiente el recurso ante el Tribunal Supremo por el sobreseimiento de la causa de los trajes que todavía podría sentar a Camps en el banquillo.