El Consell Valencià de Cultura, reunido ayer en Guadassuar, aprobó ayer un dictamen sobre la utilización de la energía nuclear en el que la institución apoya el empleo de las centrales de fisión y lo justifica en la "urgencia" de actuar contra el calentamiento global.

El dictamen, que respalda expresamente la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares, va más allá en favor del uso de esta tecnología, aunque siempre que se resuelvan las carencias actuales relativas a las limitadas reservas del combustible y "al problema del almacenamiento de residuos radioactivos de larga vida".

Sin embargo, "a más largo plazo", añade, "es posible que nuevos tipos de centrales nucleares de fisión, ahora en estudio, que usarían técnicas de reprocesamiento de combustible nuclear, permitirán superar el problema de la limitación de las reservas de combustible mientras propician un tratamiento de los residuos radioactivos más satisfactorio que el actual".

La propuesta del CVC, basada en un informe del ex rector de la Universitat de València Ramón Lapiedra y Vicente Muñoz Puelles, ambos de la Comisión de Ciencias, plantea alcanzar un punto de equilibrio entre "los peligros" de la energía nuclear "y la catástrofe posible del cambio climático".

El equilibrio, según el CVC, pasa por "cerrar el mínimo de centrales nucleares existentes en España, prolongando su vida útil con las medidas de seguridad añadidas que se estimen necesarias".

Respecto a al almacenamiento de residuos, dice el CVC que cabe mejorar la tecnología actual y la seguridad en los almacenamientos, investigando el posible reciclaje de los residuos.

Rechazo "insolidario"

"Mientras tanto-añade-, y sea cual sea la actitud frente a la energía nuclear de fisión y las razones que se aporten, los residuos ya producidos deben almacenarse en lugares adecuados, que habrá que determinar de acuerdo a criterios técnicos ampliamente consensuados, al margen de actitudes iniciales de rechazo indiscriminado e insolidario".