Fin de semana del 27 al 28 de mayo de 2006. Miles de cargos y militantes del PP valenciano abarrotan el Palacio de Congresos para arropar a Francisco Camps como cabeza de cartel a las autonómicas de 2007 en una convención regional ad hoc para mayor gloria de su líder. Queda un año por delante, pero los populares tienen bien engrasada su maquinaria electoral, un proceso cuyo punto de partida es la proclamación oficial del candidato a la Generalitat. El entonces número dos del PP, Ángel Acebes, y el propio presidente nacional, Mariano Rajoy, se desplazan a Valencia para dar un espaldarazo político al jefe del Consell en la víspera en la que el comité electoral nacional ratificará por un unanimidad su nombramiento y el del resto de aspirantes a los gobiernos autonómicos que celebrarán comicios en mayo de 2007. Eran otro tiempos. Entonces el único nubarrón que se ceñía sobre el PPCV eran las fricciones internas con los zaplanistas de Alicante. Los llamamientos a la unidas fueron entonces los mensajes-clave.

Mayo de 2010. Cuatro años después y también a un año vista de los comicios, el engranaje electoral dista mucho de ser el mismo. El calendario del PP valenciano y el de Génova está por definir, en buena parte, en espera del futuro judicial del presidente Camps. Desde que el Tribunal Supremo fijó la fecha del 12 mayo para decidir si reabre o no la causa de los trajes contra el presidente Camps, el PP valenciano contiene el aliento. Desde mucho antes, el caso Gürtel tiene atenazado a un Consell que no consigue recuperar la normalidad y cuya gestión se ve ensombrecida por el goteo de revelaciones de la trama de Correa que investiga en el Tribunal Superior de Madrid el juez Pedreira.

Pero Gürtel no sólo mantiene paralizado al PP valenciano. Génova todavía no ha puesto fecha a la reunión del comité nacional electoral que debe dar el pistoletazo de salida a la carrera por las urnas de sus aspirantes autonómicos, entre los que se encuentra su barón valenciano. La semana pasada, durante la reunión que mantuvo Rajoy con los presidente provinciales de toda España, apuntó que la cita sería en junio, aunque no precisó el día. Fuentes de la dirección nacional admiten que las incertidumbres sobre el jefe del Consell han ralentizado la maquinaria en espera de que el horizonte quede despejado el día 12. Las palabras de Mariano Rajoy el pasado jueves dando su apoyo sin reservas a Camps, incluso en el escenario de que quedara imputado, evidencian que en Génova se confía en un archivo definitivo de la causa de los trajes, un proceso que de reabrirse podría llevar al presidente Camps a sentarse en el banquillo de los acusados e incluso a ser condenado por un delito de cohecho pasivo. A pesar del mensaje contundente lanzado por Rajoy y que parece tener también una lectura en clave interna -"hay gente a la que le gusta y gente a la que no le gusta", precisó en alusión a su apoyo al presidente- siguen siendo muchos con peso específico en el partido que opinan que sería "insostenible" encarar el año electoral con un Camps a espera de juicio.

En este supuesto, Rajoy no sólo tendrá que enfrentarse a la presión de algunos medios de comunicación sino a la de quienes dentro del partido creen que hacer una excepción con Camps rompe la estrategia del PP frente a la corrupción. Hay quien incluso advierte de la posible contestación interna que Rajoy podría encontrarse dentro de los órganos internos a la hora de respaldarle como candidato.

La agenda antes del día 12

Camps arranca la semana clave con un acto en la Ford de Almussafes. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, arranca su semana clave con un acto en la planta de la Ford en Almussafes con motivo de la fabricación del nuevo CMAX, donde coincidirá con los máximos responsables de la multinacional de coches. Presidencia de la Generalitat mantiene que la normalidad marcará la agenda del presidente, aunque no desvelaron la incógnita de si tendrá actos el día 12.

El banquillo sigue a la espera

Rita Barberá, el eterno recambio

Todas las miradas se dirigen a ella cuando se habla de sucesión. Niega que esté en sus planes, aunque nunca ha querido renunciar al escaño, el pasaporte para el Consell.

Alberto Fabra, el aspirante que gusta a Alicante

La entrada del alcalde de Castelló en el sanedrín del PPCV lo puso en el disparadero como futuro delfín de Camps. Para muchos da el perfil optimo y cuenta con el aval de Alicante.

Esteban González Pons, el regreso a Valencia

La operación González Pons es una de las opciones por las que apuestan algunos dirigentes del PP. No obstante, el entorno del ex conseller descarta su vuelta a Valencia.

Gerardo Camps, el relevo interno

Es de los tres vicepresidentes el más sólido para un hipotético relevo interno en la Generalitat. Es el único no afectado por el escándalo y está bien visto en Génova.

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