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Cuanto más tempranas se estimulen, más arraigan las conductas en las personas. Lo saben bien las ONGD organizadoras de la fiesta en Valencia del del Comercio Justo, que se desarrollará el domingo 16 de mayo, junto al puente de las Flores, en el río Turia. Este grupo de entidades ha programado actividades entre las que cuentan las orientadas a los más pequeños. Por medio de cuentacuentos, juegos y talleres didácticos, los patrocinadores del encuentro buscan inculcar al público infantil la idea de que lo que consumimos influye en las posibilidades de construir un mundo más justo.

Bajo el lema "Un día para celebrar, todo el año para actuar", las ONGD SETEM CV, Intermón Oxfam, Ecosol, Petjades, Sodepau y La tenda de tot el món promueven un encuentro para toda la familia, en el siempre agradecido espacio del antiguo cauce, que arranca a las 11horas y termina a las 21horas. El espíritu de la iniciativa apunta a reivindicar un consumo más responsable con los productores de los países empobrecidos.

Desde primera hora, niños y niñas podrán disfrutar del relato oral de historias basadas en el comercio justo. El programa contempla también el desarrollo de talleres didácticos titulados "Dale la vuelta al comercio". Una actividad donde se ilustrarán los conceptos de comercio justo y comercio tradicional para contrastarlos y enseñar a los más pequeños sus diferencias.

El consumo responsable puede ejercerse en cualquier actividad comercial cotidiana. Y para ejemplificarlo de una forma muy clara, los organizadores apelarán a rituales cotidianos, como alimentarse. Por eso ofrecerán una degustación de alimentos, pero no de cualquier marca sino de aquellas cuyos productos han sido elaborados atendiendo a un modelo de comercio justo.

Para todos habrá en estas jornadas lúdico-festivas que buscan inculcar la trascendencia que poseen los actos de consumo cotidianos. El juego "La tómbola del comercio" adjudicará regalos entre los participantes más afortunados. Bajo el nombre "Damos un golpe de balanza", una de las actividades recogerá creaciones de los asistentes para equilibrar los pesos de una balanza de dos metros de altura elaborada por artistas falleros. Sobre los platillos se depositarán las piezas realizadas por los participantes y que deberán representar temáticas relacionadas con el comercio tradicional o el comercio justo.