El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sigue la pista de dos ciudadanos tunecinos vinculados a la organización terrorista Al Qaeda que pidieron asilo en España tras trabajar en empresas cerámicas de Castelló. El Tribunal Supremo rechazó la petición de refugio de ambos supuestos activistas al considerar que sus contactos en el Magreb son "peligrosos para la seguridad del Estado", según consta en la sentencia publicada en enero.

El informe del CNI, remitido a la Oficina de Asilo y Refugio, hace constar que ambos tunecinos pertenecen a An Nahda, una organización terrorista cuyo objetivo es instaurar en Túnez un régimen teocrático regido por una interpretación extremista de la ley coránica.

A.A.E.F., uno de los investigados, es miembro activo de la organización An Nahda desde mediados de los años 80. Fue juzgado en Túnez en el año 1987 y condenado a pena de nueve meses de prisión por su militancia en la citada organización. Más tarde fue indultado en aplicación de una amnistía general, aunque terminó siendo condenado a seis meses de prisión por pertenencia a la banda. Tras cumplir la condena abandonó Túnez y residió en Libia, Sudán, Siria y España. En Sudán recibió "instrucción paramilitar y terrorista" en los campamentos de Al Qaeda y posteriormente viajó a Siria, desde donde se desplazó a España, según los informes. "Su entrada en España y la solicitud de asilo respondían a instrucciones concretas de la dirección de An Nahda para instalar infraestructuras permanentes en nuestro país", dice el CNI.

En 1998 los agentes volvieron a seguir su pista y averiguaron que trabajaba, con el correspondiente permiso reglamentario, para la empresa Torretas Cerámicas SL de Castelló, propiedad del sirio nacionalizado español A. S., que en aquellas fechas estaba siendo juzgado en España por su vinculación con la célula de Al Qaeda implicada en la Operación Dátil. En la misma empresa obtuvieron trabajo por aquella época al menos "otros tres individuos miembros de An Nahda". El informe termina enumerando las razones por las que se considera que A.A.E. suponía un riesgo para la seguridad nacional: es un miembro activo de la organización terrorista An Nahda, afiliada a la Yihad Internacional, cuyas intenciones incluyen la "realización de atentados masivos como los del 11-S en Estados Unidos o del 11-M en Madrid"; su presencia en España responde a una "estrategia" para crear una "infraestructura sólida en nuestro país", de cuyo organigrama forman parte al menos otras siete personas; y sus actividades en España incluyen tareas de organización y de acogida de individuos ligados a la Yihad Internacional en "tránsito por nuestro país o intentando instalarse en España", de forma que tales actividades favorecen la comisión de atentados de la Yihad Internacional tanto en la Península Ibérica como en el resto de los países del espacio Schengen.

Por otra parte, V., el otro tunecino investigado, solicitó el permiso de asilo al Tribunal Supremo tras alegar que "sufría persecución en su país, del que había tenido que huir para residir en Siria, Mauritania y Francia". Finalmente recaló en España, adonde llegó en 1998. En Castelló consiguió un empleo en la empresa Torretas Cerámicas. "Durante su estancia en Castelló ejerció como líder de los miembros de An Nahda residentes en la provincia", según el CNI.