Alberto es un adolescente de 14 años que padece una distrofia muscular degenerativa que lo tiene postrado en una silla de ruedas. Asiste en Alzira al instituto como cualquier otro joven de su edad, pero la ausencia de un educador de apoyo que el centro, su familia y la Asociación de Padres de Alumnos viene reclamando con insistencia desde el curso pasado y que la conselleria únicamente le ha asignado en algún momento puntual, le hacen pasar desagradables apuros. Sus compañeros se encargan de empujar su silla cuando toca cambiar de aula, pero la cosa se complica cuando necesita ir al aseo. Alberto prefiere aguantarse y permanecer sin orinar por muy larga que sea la jornada escolar (algunos días de ocho de la mañana a dos de la tarde). Si la necesidad es apremiante pide que llamen a su madre para que le acompañe al aseo y ésta se tiene que desplazar al instituto.

Tanto desde la asociación de padres del IES Rei En Jaume como algunos profesores han valorado la situación como "insostenible" ya que consideran que el alumno necesita el monitor a tiempo completo que el inspector de Educación le prometió al matricularse en el centro y, de hecho, la directiva del AMPA está estudiando elevar una queja al Síndic de Greuges. "Es una injusticia, por una cuestión de humanidad le toca ese educador, pero por ley también", indicaron desde la directiva del AMPA, mientras señalaban que no se van a callar hasta que las autoridades ofrezcan una solución. Según afirman, la respuesta a esta demanda suele ser "que no hay dinero".

Una delegación de la asociación de padres se desplazó en marzo a Valencia para tratar de plantear directamente el problema a la Directora Territorial de Educación y, si bien no se produjo esta entrevista, sí pudieron exponer la situación en el departamento. Poco después, y durante un mes, un educador estuvo acudiendo al instituto Rei En Jaume para ayudar a Alberto cuatro días a la semana, media hora al día coincidiendo con el recreo, pero sin previo aviso esta ayuda también ha desaparecido desde hace más de tres semanas. Desde el AMPA señalaron que la medida fue "un apaño para taparnos la boca, que tampoco era la solución" ya que, según explican, se trataba del monitor que tiene asignados algunos colegios de Primaria "donde tienen que atender a otros niños". Estas fuentes señalaron que en Alzira no hay ningún centro de Secundaria que disponga de un monitor y que permitiera ofrecerle una alternativa a este alumno con una enfermedad degenerativa.

"Cuando me llama, pueda o no pueda, tengo que acudir"

Alberto contaba el curso pasado con la ayuda de su hermano mayor, que estudiaba en el mismo instituto, aunque este año ya ha abandonado el centro. Su madre, Rosa Santacreu, advierte que la ausencia de un educador representa un "problema grave", tanto para su hijo como para ella. "Orinar se aguanta, pero ha habido días que me ha llama y, pueda o no pueda, tengo que ir al instituto". Al parecer, según algunos docentes, el joven no quiere que los profesores le ayuden cuando necesita ir al aseo. Rosa considera que "tiene que haber alguna solución". Desde el AMPA indicaron que, al parecer, la asignación de un educador está aprobada por la Conselleria de Educación y "paralizada" en la de Hacienda. Cabe recordar que el año pasado ya se produjo una situación similar a pesar de que, cuando el alumno realizó la inscripción para cursar ESO, se le garantizó que el centro contaría con un educador de apoyo, que ya tenía en el colegio. No obstante, el monitor sólo acudía un día a la semana y tras un par de meses Alberto se quedó sin su apoyo. p. f. alzira