La Guardia Civil de Tráfico ha comenzado a reducir las pruebas de alcoholemia para recortar gastos. La Dirección General de la Guardia Civil, a instancias de Interior, ha puesto en marcha un plan de austeridad que rebaja los servicios en motocicleta y todoterreno, y suprime las patrullas unipersonales en autovía para gastar menos combustible. Independientes de la Guardia Civil -IGC- denunció ayer que las medidas suponen en la práctica disminuir la movilidad de los agentes.

La orden apunta que los guardias sólo deben realizar pruebas de alcoholemia a las personas que presenten "síntomas de conducción bajo la influencia de medidas alcohólicas y de forma selectiva al resto de conductores a efectos de reducir el número total de pruebas". El colectivo de agentes advirtió de que la medida tendrá "consecuencias claras en la prevención al caer el número de conductores que pueden ser detectados conduciendo ebrios".

La instrucción recoge que los agentes tienen que salir en patrullas bipersonales en turismos, "disminuyendo el uso del todoterreno y la motocicleta". Los guardias civiles, según confirmaron fuentes adscritas al servicio, ya han bajado más de un veinte por ciento las salidas en motocicleta. El problema, según alertó IGC, es que en algunos tramos en obras (como ocurre en la A-3 en Valencia) prácticamente no hay arcén y los agentes han tenido problemas para llegar con rapidez a algún accidente.

El plan de ahorro incluye la reducción de kilometraje. Según IGC, los vehículos camuflados permanecen parados "en vigilancias estáticas en vez de circular para detectar el exceso de velocidad de los conductores".

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico, según la instrucción, deben circular a menos velocidad que la media de conductores para facilitar los adelantamientos. La norma implica que en autovías o autopistas tienen que circular como máximo a cien kilómetros por hora. Además, la orden es que recorran "la carretera a vigilar al comienzo del servicio" y que después permanezcan estacionados "en lugares conflictivos y tramos de concentración de accidentes".

El plan suprime el Servicio Unipersonal de Vigilancia de Autovías puesto en marcha hace seis años con vehículos especiales con el objetivo de incrementar el número de guardias en la carretera.

Menos kilómetros y controles de carretera para ahorrar

El plan de austeridad de la Guardia Civil de Tráfico se basa en la reducción del kilometraje, el recorte de servicios y la limitación del uso del teléfono.

Conducción económica

Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico tienen órdenes de circular con las ventanillas cerradas, evitar los frenazos bruscos e incluso vigilar la presión de los neumáticos. Los guardias deben apagar el motor durante los estacionamientos y circular a una velocidad inferior al menos en un veinte por ciento a la máxima permitida en la vía.

Radares móviles parados

La Guardia Civil de Tráfico prácticamente no realiza controles con radares móviles. Los vehículos camuflados permanecen parados en vigilancias estáticas en lugar de circular con el fin de detectar a los infractores.

Reducción de los kilómetros

La prioridad del plan es reducir el número de kilómetros. La principal medida es el recorte de servicios con dos motoristas que ahora deben procurar ir juntos en un coche patrulla. La orden incide en que los todoterrenos es mejor que permanezcan aparcados porque consumen más. Los agentes tienen que estar la mayor parte del tiempo parados en puntos kilométricos conflictivos.

Supresión del SUVA

Interior puso en marcha en 2004 el Servicio Unipersonal de Vigilancia en Autovía -SUVA- para aumentar la presencia de agentes en las carreteras. El servicio que acaba de ser suprimido llegó a tener una dotación en la Comunitat Valenciana de 38 agentes, que patrullaban con vehículos equipados con un sistema de grabación de imagen y sonido, así como terminales y cámaras fotográficas digitales.

Teléfono

La orden insta a los agentes a comunicarse mediante mensajes de texto de móvil para evitar que "una llamada pueda extenderse". Además, tienen que acabar "en la medida de lo posible con las llamadas de móvil a fijo". Los guardias no pueden usar el móvil para navegar por internet. Los operadores van a realizar un "control exhaustivo" sobre las llamadas.