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El presidente del PP de Alicante, José Joaquín Ripoll, optó ayer por dar libertad a los suyos para que asistan al acto que la dirección regional tiene previsto celebrar el sábado en el Palau de Congressos de Valencia para conmemorar la victoria electoral de 2007 y respaldar a Camps en uno de sus momentos políticos más delicados. La cúpula directiva de Alicante se había planteado inicialmente no acudir al acto para, al igual que hicieron en la junta directiva regional de la semana pasada, evidenciar su disconformidad sobre cómo el presidente está gestionando la crisis abierta después de que el Supremo reabriera la causa los trajes. El toque de atención de Génova, que no quiere oir hablar ahora de crisis interna, ha hecho a Ripoll replantearse su postura. Ayer en la reunión del comité provincial dio libertad para que que vaya quien quiera, si bien dejo caer que su apretada agenda no le permitirá ir. Ripoll aprovechó también para reivindicar su liderazgo en Alicante y dejó claro que representa a todo el PP y "no a un pedazo" del mismo. También se mostró contrario a un adelanto electoral.

Ayer Ripoll y Camps coincidieron en una acto en San Vicente del Raspeig. Ambos se saludaron aunque no hablaron de sus diferencias internas. Por su parte, desde la dirección regional, el vicesecretario general, José Císcar, destacó que el acto del sábado será "el pistoletazo de salida hacia otra nueva victoria" y auguró "resultados históricos con el proyecto liderado por el presidente Francisco Camps". El representante popular subrayó que "más de 2.000 personas asistirán al acto. Desde el PP valenciano, además, se restó importancia a que no vaya nadie de la dirección nacional e insistieron en que no estaba previsto la presencia de dirigentes nacionales. "Es un acto de balance de gestión como los muchos que se hacen", añadieron fuentes del PP.

20 segundos para hablar o callar

A primera hora de la mañana, en la reunión del grupo parlamentario popular previa al pleno de las Corts, el portavoz y conseller, Rafael Blasco, sometió al criterio de los diputados el respaldo de la formación al jefe del Consell. Blasco defendió el firme compromiso del grupo con el presidente pero, acto seguido, brindó la posibilidad de intervenir si alguno de los presentes opinaba lo contrario. Con total libertad, para que nadie diga nunca que no se le dio la oportunidad de hablar, garantizó, según afirmaron varios de los presentes. Incluso guardó unos 20 segundos se silencio para escenificar que la oferta iba en serio.

Nadie pidió la palabra, con lo que la dirección vio reforzada la decisión de cerrar filas con el jefe del Consell. Máxime en un momento en que desde Alicante los zaplanistas han marcado distancia respecto al aval a Camps. Sólo la ex zaplanista Alicia de Miguel pidió hablar y a más de uno le dio un brinco el corazón pero fue para felicitar a José Marí por el debate de la noche anterior en Levante TV.