Ansiedad, un nudo en el estómago, nervios e inquietud. Son los ingredientes básicos que resumen el estado de ánimo de los estudiantes que en dos semanas se presentan a las pruebas de selectividad. Empieza la cuenta atrás.

Las Pruebas de Acceso a la Universidad tendrán lugar del 9 al 11 de junio, y, conforme se acerca la fecha, mayor es la tensión entre los aspirantes.

Es mucha materia la que va a examen, pero hay veces que son ellos mismos los que, con sus métodos para rendir, contribuyen a que los nervios estén a flor de piel. Lorena Baraja asegura que al día toma tres o cuatro cafés "para mantenerme despierta, porque estudio unas siete horas diarias".

Claro que, "hay que entender que nos jugamos mucho", indica Voro Mira. Este estudiante quiere entrar a Diseño Industrial o, lo que es lo mismo, necesita cerca de un 7 de media. Aunque, este año, Medicina sigue liderando con una nota de corte de 8,7. Le sigue muy de cerca Odontología, con un 8,6.

La experiencia demuestra que la mayoría de alumnos, no sólo aprueba los exámenes, sino que las calificaciones entre el bachiller y la selectividad son muy similares. Aún así, hasta a los mejores estudiantes les baila ese gusanillo en el estómago. Celia tiene de media un 9,5 y su táctica es "repasar todos los días los conceptos importantes". De hecho, según los expertos, ahí está la clave del éxito: en la organización.

Raúl Ortega Llavador, formador y consultor de habilidades directivas, ofreció ayer en Valencia una charla sobre cómo superar la ansiedad ante estas pruebas. A su juicio, hay que ponerse frente al libro "sin distracciones" y recomienda "crearse un horario y plantearlo teniendo en cuenta las horas y no los temas". "Van atemorizados; hay que relativizar y quitarle hierro al asunto", apunta. Y, para ello, nada mejor que "pensar en positivo, es decir, pensar en que saldrá bien". De hecho, "lo normal es que las cosas vayan mejor de lo que ahora creen", recuerda Ortega. "Hay que creerse capaz", afirma la psicóloga Sheila Gómez, ya que "si una persona se auto convence de que no puede, si se pone muy nerviosa, corre el riesgo de quedarse en blanco y bloquearse". Por ello, "lo mejor es relajarse y dormir mucho la noche antes" porque "durante el sueño, también se consolida lo que hemos aprendido durante el día", mantiene.

Liberar tensiones

En la misma línea van los consejos de calma por parte de los que han estado preparándoles todo el año. Pedro G. es profesor de instituto y, "aunque suene a tópico, lo mejor es que no se dejen todo para última hora. Mirar el libro dos horas antes del examen, no vale para nada". Bueno, sí, para generar más estrés. Para liberar esas tensiones hay técnicas para todos los gustos, aunque una de las más repetidas es hacer deporte. Víctor Cisneros estudia todas las mañanas y por las tardes sale a correr porque "me relajo y me olvido de todo", cuenta. Su caso, además, es una constante: "escogeré mi carrera cuando vea la nota que saco. La decisión dependerá de eso". Tengan clara la carrera o no, todos ellos devoran los apuntes y apuran en estos días sus horas de estudio. Lo dicho, tranquilidad y buena suerte.