­

Todo estaba tranquilo. Eran las seis de la tarde y todo apuntaba a que la conferencia de los dos ex presos etarras Zigor Larredonda y Diego Sánchez que se iba a hacer en el Casal Popular de Castelló se celebraría sin altercados. No obstante, dos jóvenes que iban a asistir al acto, y que no quisieron dar su identidad, se dejaron ver por la calle Alloza y manifestaron el temor por su seguridad después de confirmar que habían recibido amenazas por internet. Y las sospechas se cumplieron. «¡Los nacis están aquí!». De esta manera, uno de los jóvenes avisaba de la llegada de un grupo de la extrema derecha formado por alrededor de 15 personas, integrantes de España 2000, Falange, Juventud Nacional y Nudo Patriota Español. ´ETA asesina. Políticos culpables. Cadena Perpetua, ya´ fue el lema de la pancarta. Mientras avanzaban por la calle Alloza gritaban «ikurriña no», «kale borroka, patada en la boca», «unidad nacional», «España una y no cincuenta y una», «no son españoles, son hijos de puta». Al llegar a la puerta del casal los manifestantes increparon, desde la calle, a los dos etarras –que supuestamente estaban dentro, aunque nadie los vio entrar y nadie lo supo confirmar– diciéndoles «hijos de puta, cabrones, no tenéis cojones» y «cobardes enseñad la cara».

Un miembro de la extrema derecha dijo que «no se puede permitir que dos etarras den una conferencia con total impunidad. Cadena perpetua para ellos». Otro manifestante afirmó que «los que están ahí dentro han matado a varios concejales del PP y el PSPV y a compañeros suyos. Son unos asesinos y están provocando».

El acto de bienvenida a los ex presos etarras Diego y Zigor en Castelló no ha estado exento de polémica desde que se hiciera público el jueves. El programa, organizado por Grup de Suport als Presos i Preses de la Plana, incluía una charla sobre la libertad de expresión, un brindis por los presos políticos y una cena popular. Tras el revuelo mediático incluso se barajó la posibilidad de suspender el acto. Supuestamente, el acto se celebró, aunque no se dejó entrar a la prensa. Asimismo, el casal no tenían ningún cartel anunciado del acto -como hace con el resto de actividades- y sólo puso un papel en el que se vetaba la entrada a toda persona que no fuera socia, alegando motivos de seguridad, una decisión que se tomó el viernes en una asamblea urgente.

Nueve años de prisión

Larredona y Sánchez fueron condenados en 2004 a nueve años de prisión por colaborar con el Comando Barcelona, que operó en Cataluña en los años 2000 y 2001 y se les atribuye el asesinato del ex ministro socialista Ernest Lluch, el del guardia urbano de Barcelona Juan Miguel Gervilla y dos concejales del PP. Ambos abandonaron la prisión el pasado mes de enero de este año tras cumplir íntegra la condena. Diego Sánchez Burria, hijo de un comisario de policía, fue detenido en 2001 y finalmente condenado por colaboración con banda armada. Por su parte, Larredonda tuvo que enfrentarse más tarde a otro juicio, del que finalmente fue absuelto, por el asesinato del concejal del PP en Viladecavalls (Barcelona) Francisco Cano, el 14 de diciembre de 2000.

Por este delito, la Audiencia Nacional condenó a los etarras Fernando García Jodra y Lierni Armendaritz González de Langarika a 47 años de prisión cada uno.