La Boca, es el barrio alrededor del cual se fundó la ciudad de Buenos Aires. Leo que Rafael Ferrando, presidente de Cierval, en una mesa redonda sobre, "Población urbana y política social", organizada por el Consell Valencià de Cultura, aboga, desde su sensibilidad como arquitecto, por revitalizar el barrio del Cabanyal, siguiendo el ejemplo de "El Caminito", en La Boca, para, "aprovechar parte de esa trama urbana y darle un valor". ¿Quién, acaso, puede no estar de acuerdo con la anterior afirmación? ¿Cómo, entonces, no poner fin a una polémica, en cierta medida, estéril, y por el contrario ponernos manos a la obra para llevar a cabo la revitalización del barrio valenciano garantizando que los edificios que lo merecen serán respetados y que la penetración viaria que se realice se llevará a cabo de manera respetuosa con la identidad del barrio?

Con una población, de alrededor de 25.000 habitantes, aproximadamente la mitad que la de La Boca, los poblados marítimos valencianos comparten inquietudes y ambiciones, que van, desde mantener la lengua autóctona a la capacidad de decidir sobre su futuro. Fue a finales del XIX, en 1897, cuando el Poble Nou de la Mar se integró en Valencia, aproximadamente por las mismas fechas que La Boca llegó a plantearse su independencia, en 1882.

Allá, mantienen sus clásicas construcciones de chapa metálica pintada con los vivos colores de las embarcaciones, como aquí queremos conservar hermosos edificios con característica azulejería valenciana. En ambos casos, desde los poblados marítimos o desde el Riachuelo, salvando las lógicas diferencias, se sigue hablando de Valencia o de Buenos Aires, como la ciudad a la que deben trasladarse a diario y no como parte de su propia identidad.

El Boca Juniors disputa con el River Plate la pasión de unos aficionados futbolísticos que aquí la enciende el Levante frente al Valencia. Igual que el tango compite en celebraciones con las que aquí se llevan a cabo durante la Semana Santa; o el pintor impresionista Quinquela Martín, muestra el arrabal como aquí lo hace Joaquín Sorolla con las playas. Pues La Boca como el Cabanyal, se sienten igualmente singulares. Y quieren continuar siéndolo, afortunadamente.

En La Boca existe ya un recorrido de visita a lugares tradicionales, junto a "El Caminito", que incluye el museo Quinquela Martín, el estadio de la Bombonera o locales tradicionales como "La buena medida", la taberna más antigua del barrio, en la plaza de Solís, "La Perla", en la zona de Barracas, o, "El Progreso", frente al Riachuelo. Aquí, siguiendo la línea más arriba apuntada, sólo falta poner en valor, notables activos culturales como, la antigua Lonja de Pescadores, el Museo de les Drassanes, el Teatro del Musical, o el de Marionetas de La Estrella, junto a tradicionales locales gastronómicos como, entre otros, "Casa Guillermo" o la "Bodega Montaña".

José Ceppi, cronista bonaerense, nos dice que, a seis o siete kilómetros del centro de la ciudad, al sur de Buenos Aires, se extiende La Boca, un barrio diferenciado que quiere mantener su identidad. Es pues sustancialmente el mismo caso que el Cabanyal, al este de Valencia. Un barrio que se siente diferente y quiere mantener su trama urbana y social característica para continuar siéndolo. Que quiere renovarse pero no perderla. Con sus inquietudes y sus ambiciones. Sin caer en la uniformidad de la gran ciudad, en la que todos acabaríamos perdiendo.