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David Segarra es un periodista y documentalista valenciano de 33 años que hace tres años sintió la necesidad de emigrar a Venezuela para contar desde primera línea la revolución bolivariana de Hugo Chávez. Sus amigos lo definen ideológicamente como una persona que está "a la izquierda de la izquierda". Hijo de un abogado republicano que estuvo a punto de ser ejecutado por el régimen de Franco y de una valenciana que desde pequeño le leía la vida del Che Guevara, completó su formación como periodista en Barcelona y fundó junto a otros jóvenes progresistas el periódico impreso en valenciano l'Avanç.

Hace tres años voló a Caracas para rodar el documental "Un mundo por ganar. La revolución bolivariana por dentro y por fuera". El reportaje le abrió las puertas de la cadena latinoamericana Telesur y no ha parado de trabajar desde ese momento. Segarra montó la productora Guarataro Films, cuyo nombre alude a una de las barriadas más pobres de la capital venezolana.

En los últimos meses ha cubierto el golpe de Estado contra Hugo Chávez, la exportación de la revolución bolivariana y la causa Palestina. El sufrimiento del pueblo palestino le impactó tanto que propuso a Telesur una serie de reportajes. La pasada Navidad fue uno de los pocos occidentales que conseguió entrar en Gaza y pasar allí cuarenta y ocho horas. Su madre recuerda que en aquel momento ya se la jugó.

Obsesionado por informar sobre las injusticias, su último sueño ha estado a punto de costarle la vida. Decidió enrolarse en la Flotilla de la Libertad", cargada con diez mil toneladas de ayuda humanitaria, para entrar de nuevo en Gaza. David Segarra quería completar el documental "Las cebras de Gaza", una historia que cuenta el drama palestino a través de los ojos de unos niños que sueñan con el zoológico como vía de escape.

Repercusión internacional

El trabajo de Segarra ha tenido una repercusión internacional. Hace unos meses recibió un premio en Suecia porque su blog personal de internet se convirtió en la web profesional de su especialidad con más visitas.

La madre del documentalista valenciano insiste con orgullo en que "es una persona comprometida. Va donde está el sufrimiento". Una amiga periodista añade que emigró a Sudamérica porque "es donde se están produciendo los cambios. Ideológicamente es muy progresista y aquí en Valencia no se siente representado por ningún partido. Sintió la necesidad de salir".

La familia lamenta que ahora se encuentra en una situación incómoda porque viajó como periodista venezolano en un momento en el que el presidente Hugo Chávez ha roto todos los puentes con el Gobierno israelí, aunque cuenta con el apoyo del Estado español.