Y lo hará para concienciar de cómo es esta enfermedad que sufren 30.000 valencianos y 400.000 españoles.

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¿Cuándo supo que era epiléptico?

Los primeros ataques los tuve entre los catorce y dieciséis años. Al principio no sabíamos lo que era. Con el paso del tiempo ya me enteré de que aquello era epilepsia.

Y la idea del Camino de Santiago, ¿cuándo llegó?

En diciembre de 2006 tuve una crisis en mi formación física. Trabajaba de brigada forestal y estuve 29 meses apartado del servicio. En diciembre de 2009 me rescindieron el contrato y me indemnizaron después de denunciar mi caso en la prensa. Al quedarme sin trabajo le planteé a la Asociación de Epilepsia de la Comunitat Valenciana (ALCE) hacer la ruta para llamar la atención y aceptaron. Lo hago por las 400.000 personas enfermas que hay en España, 30.000 de ellas valencianas. También lo hago por Álex, el estudiante de Benifaió cuya madre vigila en el colegio por la cantidad de ataques de epilepsia que sufre el chico.

Qué opinión le merece el caso. La actuación de la administración.

No se ha obrado bien. Sufre demasiados ataques. Según decía ha tenido 160 crisis en lo que va de año y en 2009 salía a casi un ataque al día de media. Hay que ayudarle. Me quedé de piedra cuando conocí su caso por la prensa, de hecho si acabo el Camino de Santiago se lo dedicaré a él, a Álex.

¿Va a realizar el recorrido de más de 1.000 km solo o irá acompañado?

De momento solo. Aunque hay una chica de Astorga (también epiléptica) que está pendiente de confirmar su participación. Lo que está claro es que invito a la gente a que participe, se pueden añadir a lo largo del trayecto.

¿No tiene miedo de que ese esfuerzo repercuta en su salud y sufra algún ataque a lo largo de la ruta hacia Galicia?

El hecho de caminar no tiene porqué influir. Dicen que otro tipo de esfuerzos físicos o deportivos como el fútbol o el baloncesto sí que tienen más riesgo, pero caminar no. La gente todavía desconoce lo que es la epilepsia.

Pero la asociación de epilépticos ayuda a dar a conocer la enfermedad. Por ejemplo con las jornadas de ayer.

Sí. Es importante su labor. Gracias a ella mucha gente sabe cómo actuar ante un ataque. Aquello de que no hace falta poner un objeto en la boca de la persona que sufre la crisis. Lo de poner al enfermo en la posición adecuada para que no se ahogue y expulse los vómitos si estos se producen. Y también explicando que tiene que recuperar la conciencia en tranquilidad y sin prisas.