Laura Ballester

?La red ferroviaria de alta velocidad en servicio en España alcanza actualmente los 1.606 kilómetros. Una cifra que supone que el 40% de la población española se sitúa a menos de 50 kilómetros de una estación de alta velocidad. Cuando a final de año el Ministerio de Fomento, a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), ponga en servicio los 438 kilómetros de alta velocidad desde Madrid hasta Albacete, Cuenca y Valencia, España será el país del mundo con más kilómetros de líneas de alta velocidad.

Un total de 561 kilómetros se han puesto en servicio en los últimos años, desde que se creó Adif en 2005, "con una inversión global de 23.172 millones de euros, de los que 19.090 se han destinado a la alta velocidad, a los que hay que sumar los 4.802 millones destinados a la red convencional".

De hecho, la alta velocidad no sólo beneficia a las 19 ciudades que ya disfrutan de este transporte ferroviario desde 1992. En España se ha sabido hacer de la necesidad virtud y se ha conseguido que la alta velocidad extienda sus beneficios a muchas regiones gracias a la interoperabilidad (o posibilidad de interacción o conexión sin problemas técnicos o necesidad de transbordos) entre la red convencional y la red de alta velocidad mediante la tecnología de cambiadores de ancho, que permite a trenes de rodadura desplazable circular por ambas redes.

El norte del país (Asturias, Castilla y León, Galicia y País Vasco) ya se beneficia del uso de la línea Madrid-Segovia-Valladolid; la relación Pamplona-Logroño-Irún ha reducido los tiempos de viaje gracias al Madrid-Zaragoza-Barcelona. El acceso a Algeciras, Cádiz, Granada, Huelva o Jaén se ve favorecido por la línea Madrid-Córdoba-Sevilla-Málaga. A finales de año, la conexión Madrid-Cuenca-Albacete-Valencia, permitirá reducir los tiempos de viaje a Castelló y Alicante. Dos bypass ferroviarios también permitirán la relación Barcelona-Sevilla, Barcelona-Málaga o Sevilla-Valencia sin parar en Madrid. Todas estas actuaciones ya se incluyen en el Plan Estratégico de Infraestructuras del Transporte Terrestre (PEIT) 2005-2020, en revisión actualmente, que diseña el futuro de la red ferroviaria con un esquema transversal para acabar con el diseño radial de las infraestructuras.