­ El agua ahoga Valencia. Ya no es solo que el garaje «inteligente» que impulsa Francisco Roig en la ciudad se halle empantanado por culpa de algo tan previsible y siempre problemático como el nivel freático de la ciudad, sino que las lluvias han dejado tan «a ras» de tierra el agua subterránea que garajes recién construidos se inundan, las humedades se adueñan de los muros hasta el primer piso y en decenas de obras civiles donde no hubo suficiente previsión se acumulan importantes retrasos y sobrecostes.

Según la red de sensores del Ayuntamiento de Valencia, en algunas zonas como Mestalla, el nivel freático ha subido 2,57 metros entre septiembre de 2009, coincidiendo con el final de la campaña de riegos y el inicio de las lluvias, y abril de 2010. En otras zonas próximas a la calle Músico Sosa, el incremento ha sido de 1,47 metros mientras en el resto de zonas urbanas el aumento ha sido inferior a un metro.

José Vázquez es presidente del Consejo Valenciano de Administradores de Fincas y representa a una profesión que detectó hace meses la aparición de los primeros problemas. «No es solo Valencia ni una obra concreta: existe un problema generalizado en toda la costa que en algunos sitios afecta ya a las plantas bajas».

Alejandro Ferrer, de Perforaciones e Instalaciones Ferrer, una empresa valenciana que opera en el sector desde 1916 y que ha hecho posible muchas de las construcciones realizadas en Valencia, asegura que hay problemas generalizados en todo el litoral mediterráneo y en especial en Andalucía, donde las precipitaciones han sido más intensas y persistentes.

«La semana pasada celebramos una reunión del colectivo en Cullera con una ingeniería que nos estuvo poniendo al corriente de todas las patologías relacionadas con las humedades, de cómo identificarlas y cómo corregirlas», explica José Vazquez.

«El problema principal con el que nos encontramos es que los muros pantalla de muchas fincas no se cerraron debidamente. Ha habido varios años con una sequía que hizo descender el nivel freático muchísimo y algunos constructores han evitado las impermeabilizaciones para ahorrarse un dinero, o se dejaban fuera los primeros pisos de los garajes, que es donde fundamentalmente estamos viendo los problemas de filtraciones y donde se producen los principales inconvenientes para los propietarios», añade el presidente de los administradores de fincas.

Alejandro Ferrer cree que cabría matizar y determinar previamente si la subida del nivel freático «puede considerarse normal o hablamos de un fenómeno extremo». En su opinión, si la serie histórica de medidas confirma una subida «extraordinaria» la estadística eximiría a los proyectistas. «Solo si fuera algo previsible cabría hablar de negligencia».

«El problema—explica José Vázquez— es que si se han agotado ya las garantías «decenales» — así llamadas por los diez años de vigencia desde la entrega del edificio—no tienen mas remedio que afrontar el gasto y solo si están en plazo presentar una reclamación por responsabilidad».