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El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, inició ayer la causa de canonización del sacerdote José Soto Chuliá (Valencia, 1887- Torrent, 1975), en una multitudinaria ceremonia que tuvo lugar en la Catedral ante cerca de 2.000 personas, y que obligó a habilitar centenares de sillas en todas las naves de La Seo.

Entre los participantes, procedentes de toda España, se encontraban centenares de miembros de las tres asociaciones de fieles fundadas por Chuliá para asistir a sacerdotes diocesanos: Obra de Santa Teresa, Obra de San Juan de Ávila y Fraternidad Sacerdotal San Juan de Ávila, así como numerosos jóvenes que ocuparon la zona del coro próxima al altar mayor.

Osoro señaló que "ha sido una gracia poder presentar esta causa de un sacerdote diocesano, cuando se está celebrando el Año Sacerdotal" y destacó que la diócesis de Valencia "presenta a la Iglesia al siervo de Dios José Soto como alguien que en su vida desarrolló un programa de santidad".

Por su parte, el director general de la Fraternidad Sacerdotal San Juan de Avila, Juan Claudio Vallecillo Ruiz, enumeró los motivos para solicitar la apertura de la causa de canonización de Soto, que dedicó toda su vida a "ayudar al sacerdote a vivir en plenitud su consagración bautismal y sacerdotal", pero también a despertar la "conciencia cristiana de muchos niños, jóvenes, matrimonios, madres de familia, que entraban en relación con él y descubrían la grandeza y urgencia de su vocación en la Iglesia".

Vallecillo indicó que "a quienes se sentían llamados al matrimonio, el padre Soto les descubría la belleza y santidad de la familia cristiana, el punto de apoyo que la Iglesia necesita para levantar el mundo hacia Dios, y los lanzaba al apostolado".

Previamente los miembros del tribunal que instruirá la causa de canonización han jurado sus cargos ante el Arzobispo, que estaba acompañado por el deán de la Catedral de Valencia, Emilio Aliaga, y el delegado episcopal para las Causas de los Santos, Ramón Fita.

José Soto Chuliá nació el 28 de octubre de 1887 en Valencia, en el distrito de la Fuente de San Luis y recibió formación en el seminario de Valencia. Fue ordenado sacerdote en 1910 por el entonces arzobispo de Valencia, Victoriano Guisasola y Menéndez. En 1919, con el permiso del prelado, se trasladó a Málaga, de cuyo seminario fue director espiritual durante treinta años.

Encarcelado en la persecución religiosa de 1936 en Málaga, sobrevivió al ser liberado por unas religiosas que lo ocultaron en un asilo. Concluida la guerra civil, siguió como director espiritual en el seminario malagueño, aunque a partir de entonces, se dedicó al apostolado sacerdotal, y fundó dos obras eclesiales al servicio de la santidad del sacerdote: la Obra de Santa Teresa y la Obra de San Juan de Ávila. En sus últimos años, Soto residió en Villa Santa Teresa, en Torrent donde murió el 23 de agosto de 1975. Un año más tarde, sus restos mortales, que se hallaron incorruptos, fueron trasladados del cementerio de Torrent a la capilla de Villa Santa Teresa.

Por otra parte, en la agenda de Cralos Osoro también figuró ayer la presidencia de la misa en la parroquia San Francisco de Borja de Gandia en Valencia, con motivo del 500 aniversario del nacimiento de su titular, San Francisco de Borja (Gandia, 1510-Roma, 1572). Estacelebración se enmarca dentro de las actividades que la parroquia ha organizado dentro de la Semana de Cáritas, con motivo de la solemnidad del Corpus Christi y el Día de la Caridad de hoy.