Mohammed Haji sobrevive con apenas cien euros al mes, pero no es el dinero lo que le quita el sueño. Es médico, pero no cualquier médico. Su día a día dista mucho del de cualquier otro profesional de la sanidad que haya tenido la suerte de caer en el lado del mundo donde ejercer la medicina no es un problema sino una solución. Pero Mohammed Haji es tanzano y trabaja en Tanzania, en uno de los pocos hospitales que a duras penas abre la persiana en este país del África Oriental azotado por la miseria.

Haji estudió medicina, pero no ha podido completar su formación porque especializarse en países como Tanzania es sencillamente un imposible. De ahí que la fundación NED, que tiene entre otros objetivos promover la formación de personal sanitario en el Tercer Mundo, lleve dos años intentando traerle a Valencia para fomarle en técnicas relacionadas con la neurocirugía, la cirugía plástica, general o la traumatología.

La Embajada de España, sin embago, ha vuelto a dar carpetazo a un proyecto que hubiera permitido a Mohammed Haji volver a su país con una formación de la que ahora carece y que resulta fundamental para atender a una población donde existe una alta incidencia de malformaciones del sistema nervioso y otros problemas que requieren de personal especializado. Médicos especialistas de la Fundación, entre ellos el neurocirujano José Piquer, coordinador para Europa de esta entidad sin ánimo de lucro, conocen bien las necesidades del hospital Mnazi Moja donde trabaja Mohammed y tan solo cuatro médicos más y que es único centro sanitario de la isla de Zanzibar que atiende a una población de un millón de habitantes.

La Fundación ha realizado varias misiones a esta zona, considerada de las más pobres del continente. Llevan cuatro años colaborando con Mohammed, quien, según Piquer, ha demostrado un encomiable interés en aprender técnicas para tratar a pacientes que pierden la vida por dolencias que en el Primer Mundo se solucionan sin grandes complicaciones. De ahí el interés de la Fundacion en ahondar en su formación. Sin embargo, el Ministerio de Exteriores ha denegado el visado a Haji, a quien esperaban en Alzira el pasado lunes.

La entidad había facilitado al médico toda la documentación para poder desplazarse un mes a Valencia. NED corría con los gastos del viaje y de la estancia y tenía todo preparado para que el médico africano pudiera rotar por los diferentes servicios de cirugía y traumatología del Hospital de la Ribera, en Alzira. De hecho, los billetes y el seguro médico estaban ya pagado y en manos de Haji. Pero los meses de papeleo y la angustia de la espera no han servido para nada ya que la embajada de España en Tanzania considera que Mohammed carece de garantías y medios económicos para se acreedor de un visado.

Las exigencias de la Embajada de España en Tanzania para conceder el visado a Mohammed Haji son una barrera infranqueable. Según la Fundación y por la información que el propio Mohammed les ha facilitado, la Embajada le exige que demuestre medios suficientes de vida, por ejemplo, un aval bancario o una hipoteca, algo que se antoja imposible para una persona que posee un sueldo equivalente a cien euros al mes y que malvive con sus dos hijos en una chabola . De ahí la indignación de los responsables de esta Fundación, quienes insisten en que su solicitud venía avalada por la entidad y que él tenía en su poder todos los justificantes que demostraban su soporte económico en España. "¿Cómo exigirle un aval bancario cuando precisamente la razón por la que viene a España es precisamente porque no tiene dónde ni cómo formarse sin la ayuda y el apoyo de alguna organización?", se preguntan desde la entidad.

Además de la denuncia pública, NED no piensa quedarse con los brazos cruzados. Algunos de sus miembros, entre ellos Piquer, tienen previsto viajar de nuevo a Tanzania para tratar de hacer gestiones ante la embajada e intentar por tercera vez que Mohammed venga a Alzira en noviembre. La próxima misión de la delegación que viajará a la isla de Zanzíbar será proveer al Hospital de los dos primeros equipos de respiración asistida en la Unidad de Cuidados Intensivos . Además, se está organizando una colecta para la donación de diferentes tipo de material sanitario.

Un aval bancario con 100 euros al mes

Las exigencias de la Embajada de España en Tanzania para conceder el visado a Mohammed Haji son una barrera infranqueable. Según la Fundación y por la información que el propio Mohammed les ha facilitado, la Embajada le exige que demuestre medios suficientes de vida, por ejemplo, un aval bancario o una hipoteca, algo que se antoja imposible para una persona que posee un sueldo equivalente a cien euros al mes y que malvive con sus dos hijos en una chabola . De ahí la indignación de los responsables de esta Fundación, quienes insisten en que su solicitud venía avalada por la entidad y que él tenía en su poder todos los justificantes que demostraban su soporte económico en España. «¿Cómo exigirle un aval bancario cuando precisamente la razón por la que viene a España es precisamente porque no tiene dónde ni cómo formarse sin la ayuda y el apoyo de alguna organización?», se preguntan desde la entidad.

Además de la denuncia pública, NED no piensa quedarse con los brazos cruzados. Algunos de sus miembros, entre ellos Piquer, tienen previsto viajar de nuevo a Tanzania para tratar de hacer gestiones ante la embajada e intentar por tercera vez que Mohammed venga a Alzira en noviembre. La próxima misión de la delegación que viajará a la isla de Zanzíbar será proveer al Hospital de los dos primeros equipos de respiración asistida en la Unidad de Cuidados Intensivos . Además, se está organizando una colecta para la donación de diferentes tipo de material sanitario.

j. r. valencia