El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está convencido de que la reestructuración del sistema financiero está casi culminada, tras la fusión entre Caja Madrid y Bancaja, y está seguro de que las cajas de ahorros harán sus deberes "a tiempo" antes del próximo 30 de junio.

Zapatero trasladó esta confianza durante el acto de conmemoración en Madrid del centenario de la llegada del fundador del PSOE y de la UGT, Pablo Iglesias, al Congreso, el 10 de junio del año 1910. Según explicó, tras la fusión entre Caja Madrid y Bancaja, la "reestructuración imprescindible" del sistema financiero "está prácticamente completada".

Tras reiterar su confianza en la tarea del Banco de España a este respecto, mostró su seguridad en que antes del 30 de junio se podrá ofrecer "toda la información a la opinión pública, a los ciudadanos, a los mercados y a los inversores". Y se verá que se han hecho "los deberes a tiempo". No quiso pasar por alto la oportunidad para recordar que el sistema financiero español ha sido quizás el que mejor ha soportado la crisis dentro de los países desarrollados, porque no ha quebrado ningún banco y sólo dos pequeñas cajas han tenido que ser intervenidas. "Ha resistido con fortaleza", apreció.

El silencio de Alarte

El secretario general de los Socialistas Valencianos, Jorge Alarte, que ayer viajó a Madrid para participar en la celebración de los 100 años del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso, no se pronunció sobre una alianza que creará la primera caja de ahorros de España.

Los socialistas valencianos se limitaron a difundir un comunicado en el lamentan haber sido "excluidos" por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de los procesos seguidos por las dos principales cajas valencianas, la Caja Mediterráneo (CAM) y Bancaja. Así se expresó, en la nota de prensa, la portavoz de economía de los socialistas en las Corts, Cristina Moreno, tras conocer la fusión entre Bancaja y Caja Madrid y ha lamentado que el PSPV "ha sido excluido, en el último proceso de renovación, de los órganos de dirección y control de las cajas valencianas".

Esta situación se ha producido, a su juicio, "por voluntad expresa de Camps, cuyo único objetivo es dificultar el control de su gestión y mantener a los socialistas al margen de la toma de decisiones".

"Este esquema de exclusión se ha mantenido lamentablemente por parte de Camps en los procesos seguidos por las dos principales cajas valencianas", ha continuado, "pese a los reiterados ofrecimientos de diálogo y cooperación".