Contra las crisis, más Pablo Iglesias. El vicepresidente tercero del Gobierno -el más político-y la plana mayor del PSPV evocaron ayer al fundador del PSOE y la UGT para proclamar que la defensa de los trabajadores y del Estado del Bienestar son las razones que impulsan todas las medidas de ajuste del gasto adoptadas por el Gobierno. Y, en segundo lugar, para animar a una tropa, la militancia de base, que llenaba el centro social de Mislata donde se celebró el mitin y cuya moral está en coma.

Manuel Chaves prometió que la reforma laboral que sindicatos y patronal no han sido capaces de pactar, la abordará el Gobierno -el miércoles, en el Congreso- "no porque lo pidan los mercados, sino por responsabilidad en la lucha contra el paro". "La reforma que se apruebe no será contra los derechos ni intereses de los trabajadores; si alguien piensa que será para poner a los empresarios en una posición de ventaja sobre los trabajadores se equivoca rotundamente", proclamó el presidente del PSOE ante un auditorio entregado. Se trata, explicó, de "eliminar la precariedad, fomentar la estabilidad y fomentar el empleo juvenil".

El vicepresidente vino a hacer pedagogía de las medidas del Gobierno. Esto es, a insuflar moral. "Los socialistas hemos atravesado momentos muy difíciles y siempre hemos salido adelante con más apoyo popular; hemos ganado las elecciones cuando hemos sacado a España de la crisis", sentenció. Para rematar en esa línea: "Si alguien piensa que lo hacemos [los recortes] para quemarnos en una pira ardiendo se equivoca, lo hacemos para sacar al país de la crisis y ganar las elecciones".

Tijera que no corta el gasto social

Explicó que aunque no son de su agrado, son medidas necesarias "para el futuro de España". "Porque no somos una isla en mitad del océano", comentó, antes de asestar que el PP sí es "una isla de demagogia en la Unión Europea". El vicepresidente quitó importancia al alcance social de la reducción del gasto. Se ahorrarán, recordó, 5.000 millones en 2010, pero "en nada afectan a políticas sociales". En 2011, "afectarán un 1,5% al gasto social". Antes de despedirse garantizó que el Gobierno "está a la altura de las difíciles circunstancias". Pidió a los militantes "firmeza en la defensa de las ideas", "serenidad y tranquilidad, porque faltan dos años para las generales" y "confianza en el liderazgo de Carlos, Jorge, Carmen y del presidente Zapatero". Se acordó de todos los dirigentes que lo precedieron en el uso de la palabra: el local (Carlos Fernández), la provincial (Carmen Martínez) y el líder del PSPV.

La alcaldesa de Quart instó a los afiliados a "salir a la calle con la cara muy alta" a explicar que los socialistas "construyeron el Estado del Bienestar" y que el PP es la "derecha catastrofista y parasitaria". Y, añadió después Alarte, "que otra Comunitat Valenciana es posible".

Alarte receta "política y valores socialistas" para crear 250.000 empleos

No es momento para la tecnocracia, es la "hora de hablar de política porque esa es la salida de la crisis". Lo proclamó ayer el líder del PSPV, Jorge Alarte, quien recetó los "valores socialistas" como medicina contra la crisis: "decencia, democracia, solidaridad e igualdad". Los que defendía Pablo Iglesias "hace 135 años cuando no había televisión". "Nosotros tampoco contamos con Canal 9, pero no nos quitarán el voto ni la palabra", soltó para arrancar un encendido aplauso. "Hay que salir a la calle" a defender "la economía del trabajo" y a denunciar la "economía de la especulación y el pelotazo". Unos males que han situado el paro en la Comunitat Valenciana por encima de la media y la economía, por debajo. Porque "Camps y la derecha valenciana" apostaron, dijo, en mayor medida por los "abusos financieros, el beneficio fácil y el urbanismo destructivo, como en El Cabanyal". El líder del PSPV reiteró que cuando gobierne creará 250.000 empleos y pedirá perdón a los familiares de las víctimas del metro y de los 14.000 dependientes que murieron sin recibir las ayudas.