Ni los escándalos del caso Gürtel, el asunto de los trajes, los derribos del Cabanyal o la acumulación de expedientes contra Carlos Fabra en los tribunales de justicia de Castelló pasan desapercibidos para la opinión pública valenciana. Ni tan siquiera para los propios votantes del Partido Popular. Según el barómetro de opinión del Centro de Estudios Sociológicos (CIS) del pasado mes de abril, más de la mitad de los valencianos piensa que el PP es el partido que más implicado está en casos de corrupción. Una cifra que se dispara entre los simpatizantes del ejecutivo de Francisco Camps, pues el 75% reconoce que su partido es igual o más corrupto que el PSOE, aunque no dudan en afirmar que los populares son, a pesar de las presuntas corruptelas, los más capacitados para dirigir los asuntos de la Comunitat.

Un estudio a fondo de los datos que ofrece el CIS evidencia la erosión de la imagen corporativa que los valencianos -a partir de los datos desagregados de la encuesta nacional- tienen del partido mayoritario. Dos aspectos muy concretos comienzan a socavar la imagen del grupo que lidera Francisco Camps: la corrupción y la división interna. La mayoría de los valencianos, un 54% considera que los populares están implicados en más casos de corrupción, mientras que sólo un 6,5% cita a los socialistas en la primera posición. Estos porcentajes se elevan cuando se refieren a las batallas internas. En este sentido, el 58,2% de los valencianos cree que el PP es un partido dividido y con conflictos internos, frente al 13,5% que cree que es el PSOE quien adolece de este problema.

Cinismo "popular"

En plena tormenta Gürtel, el 33% de quienes reconocen votar o simpatizan con el PP consideran que los suyos tienen más trapos sucios que esconder que los socialistas. "El dato relevante es que otro 42% de los populares piensa que tanto el PSOE como el PP están implicados por igual en casos de corrupción, algo que no sucede entre los votantes de la oposición", matiza Francisco Sánchez, profesor de Ciencia Política de la Universitat de València. El docente explica que los medios de comunicación han contribuido "a ampliar mucho el concepto de corrupción hasta volverlo relativo y difuso". "Hoy en día cualquier cosa es calificada de corrupta y los populares utilizan ese argumento para quitar hierro a su actual talón de Aquiles", señala Sánchez.

Una tesis, la de "y tú más", que para los populares "descalificaría", por una parte, al PSOE para dar lecciones morales, tal y como pone de manifiesto el jefe del Consell, Francisco Camps, en cada una de las sesiones de control a las que ha sido sometido en les Corts en el último año. Y, por otra, justificaría el cinismo y la paradoja de los votantes de la derecha, que reconocen las "fallas" de su partido, pero no castigan sus errores en las urnas: más del 80% afirma con rotundidad que el PP tiene, en estos momentos, a los mejores políticos para gestionar el futuro de la Comunitat.

División interna

Además de la corrupción, el Partido Popular tiene otro frente abierto en la división interna puesta de manifiesto de forma clara en la última reunión de la dirección regional con el desplante del presidente provincial alicantino, José Joaquín Ripoll, a la dirección autonómica que comanda Camps. Más de la mitad de quienes votaron al Partido Popular (el 51%) asegura estar bastante de acuerdo con la afirmación: "El PP es un partido dividido y con conflictos internos". De este modo, la pugna entre campsistas y zaplanistas por el control de la provincia de Alicante e incluso el alejamiento hacia el presidente Camps que muestran los principales dirigentes nacionales del PP tras la reapertura del caso de los trajes no queda en el ámbito interno y se traslada de forma clara a la opinión pública, según constatan los datos del CIS.

Sin embargo, nada de ello resulta suficiente para hacer cambiar de opinión al electorado valenciano. En este sentido, el 35% de los encuestados piensa que el PP tiene a gente más preparada para gobernar, frente al 23% que considera que esa baza la juega el PSOE. "A la hora de votar, la gente tiene en cuenta muchos otros elementos además de si un partido es corrupto o no", explica el profesor Sánchez. En esta decisión entran en juego muchos más factores como la capacidad gestora del partido y sus dirigentes. "A diferencia del PSPV, el PP sí que ha dado la sensación al electorado de tener un proyecto durante estos años y eso acaba calando en la opinión pública", sentencia el docente.

Y todo ello en un contexto en el que la política y todo lo que tenga que ver con ella va perdiendo adeptos entre los ciudadanos. El 56% de los valencianos piensa que la situación política es "mala" o "muy mala" y el 37% que está peor que hace un año. Una erosión que nada parece importar a los políticos siempre que los resultados finales sean los deseados.

Así, independientemente de quien sea su candidato en las próximas elecciones autonómicas, todas las encuestas de intención de voto otorgan no sólo el triunfo a los populares valencianos sino una mayoría incluso más holgada que en 2007. Como diría Maquiavelo, "el fin justifica los medios"...