El padrino de Jorge Alarte y tutor de medio socialismo valenciano, José Blanco, está dispuesto a aplicarle a Francesc Romeu la misma medicina que Ignasi Pla suministró al actual líder del PSPV: cerrarle la puerta de las Corts. El ex secretario general del partido desoyó en 2007 las peticiones de varias comarcas de incluir a Alarte en la candidatura autonómica porque sabía de la intención del entonces alcalde de Alaquàs de aspirar a llevar las riendas del socialismo si, como sucedió, el PP volvía a arrasar. No quiso ponérselo fácil. Y no sólo le complicó el acceso al liderazgo del partido sino que le ha dificultado hasta su proyección como secretario general. El hecho de no tener ninguna plataforma institucional es una de las razones principales que explican la dificultad para crecer en grado de conocimiento público en los 20 meses que Alarte lleva al frente del socialismo.

C0n este precedente, el número dos del PSOE, José Blanco, aplicará, de acuerdo con Alarte, esa misma terapia preventiva para impedir que, si el PSPV vuelve a sufrir un batacazo, al día siguiente de las elecciones autonómicas, algún posible candidato ocupe sillón en las Corts y comience a cuestionar hasta la portavocía del candidato y líder del partido. Por eso Romeu, a quien Blanco colocó en Renfe como director general de accesibilidad, no irá en la candidatura autonómica y regresará al Congreso, donde ya fue diputado entre 2000 y 2004.

Con esa decisión, José Blanco sigue allanando el camino a su protegido, Jorge Alarte, al orientar la carrera política de Romeu por derroteros que se no se crucen con los del secretario general del PSPV.

El nombramiento de Romeu en Renfe ya fue una maniobra para anular las pretensiones de controlar la ciudad de Valencia por parte de quien había sido socio de Ximo Puig en la candidatura alternativa a Alarte en el congreso. Al llevarse a Romeu a Madrid, Blanco despejó a los nuevos inquilinos de Blanquerías el horizonte de la refundación del partido en la capital para diluir la anterior correlación de fuerzas y tomar así el poder. El candidato que perdió por 20 votos el congreso, Ximo Puig, también dará el salto al Congreso. Lo tiene pactado con Alarte y Blanco. El alcalde de Morella y portavoz adjunto en las Corts, es referente de medio grupo.

Puig debutará en Madrid, pero no así Romeu, quien en 2000 fue elegido por el entonces secretario federal de organización para que entrara en la lista. Dejó fuera a Jorge Alarte, la segunda pata del joven tándem entonces patrocinado por Ciscar en l'Horta Sud y a los que postulaba para tomar el control del partido en el esperpento congresual del Palacio de Congresos en septiembre de 1999.