El concepto "ayuda al desarrollo" se está dilatando tanto que lleva camino de hacer sombra al de "gasto social", ese cajón de sastre que sirve al gobierno de turno para proclamar, en cada presentación de las cuentas del nuevo año, que se está ante los presupuestos más sociales de la historia. La ley 6/2007 de cooperación, en su artículo 21, y el Pacto Valenciano contra la Pobreza obligan a la Generalitat a dedicar al menos el 0,7% de su presupuesto a proyectos de cooperación para el desarrollo. Cuando no llegan los números, la solución está en embutir los conceptos.

El conseller Rafael Blasco ha hecho una lectura "transversal" y ha metido hasta programas de internacionalización de empresas, desarrollados por la Conselleria de Industria, a través del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). Ha sumado 1.187.101 euros a una bolsa general de la cooperación que, según las cuentas de la conselleria, asciende a 81.928.687 euros, según presupuesto para 2010.

Lo ha explicado el director general de Cooperación e Inmigración, Josep María Felip, en una respuesta a la Coordinadora Valenciana de ONG, que reclamó las cifras al Consejo Valenciano de Cooperación para el Desarrollo. "La presencia de empresas valencianas (del Norte) en países del Sur revierte en el desarrollo local de sus poblaciones", se apunta desde el Consell en el resumen de "gasto en cooperación al desarrollo" previsto.

"El IVEX apoya esta presencia empresarial -continúa el informe de Solidaridad y Ciudadanía- en países considerados prioritarios de atención específica para la cooperación valenciana, como Guinea Ecuatorial, India, Colombia, México, Brasil o Argelia, entre otros". El instituto público de las exportaciones tiene en todos esos países oficinas propias o a promotores de negocios (prones) que lo representan. Entre los capítulos que son incluidos en el cómputo de la cooperación al desarrollo figuran también programas "dirigidos a la conservación del medio ambiente con la finalidad de preservarlo para generaciones futuras". En total, comprenden 654.490 euros.

A la conselleria le salen así las cuentas. Serían 81,9 millones de ayuda al desarrollo, justo el 0,69%. Como remate,se suman 4,03 millones que los ayuntamientos valencianos prevén dedicar a ayuda exterior en 2010. En la primera convocatoria de ayudas, el Consell recortó el presupuesto un 35%, según denunciaron las propias entidades, que situaron el porcentaje para cooperación en el 0,21%.

La Coordinadora Valenciana de ONG celebró ayer asamblea en el Centre Excursionista y aprobó una resolución en la que se insta a Blasco a suprimir el 1% que se retiene en todas las ayudas como "impuesto" para campañas de propaganda, pese a que Blasco dijo en las Corts que las entidades estaban de acuerdo con esa tasa. Reclaman que deje de aplicarse y engrose los proyectos, para lo cual habría que cambiar las bases de las convocatorias. En todo caso, piden autogestionar esas campañas.