El president de la Generalitat, Francisco Camps, ha afirmado hoy que una fusión entre Bancaja y la CAM habría "llevado a la calle a más de 1.500 trabajadores y el 35 por ciento de los créditos compartidos se habrían visto menoscabados".

Camps ha manifestado en la sesión de control parlamentario en Les Corts Valencianes, donde el grupo Compromís le preguntaba sobre los procesos de fusión en los que en estos momentos están inmersas las cajas valencianas, que existen informes que desaconsejan una unión entre ellas y ha defendido que ambas han optado por la mejor opción.

La unión de Bancaja y Caja Madrid así como la de la CAM con Caja Astur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, favorecerá que en el futuro la Comunitat Valenciana cuente con unas entidades que los valencianos no podían "ni soñar" y que serán "más fuertes, más solventes, de más calidad y de más cantidad".

Las dos cajas de ahorro de la Comunitat Valenciana "siguen con sus órganos de dirección", que tienen "plena capacidad para decidir el crédito y a quién dárselo", según Camps, quien ha concretado que en el caso de Bancaja, ésta será seguirá teniendo "plena capacidad para tomar sus decisiones".

El portavoz de Compromís, Enric Morera, ha acusado a Camps de ser "un traidor a los intereses del pueblo valenciano" y ha sostenido que ha "entregado" el control de las cajas de ahorro valencianas a "unos organismos superiores" para lograr el perdón del presidente del PP, Mariano Rajoy, por su implicación en el caso Gürtel.

Morera ha recriminado al president haber consentido que en "17 días el pueblo valenciano se quede sin instrumentos financieros" y ha sostenido que sin autonomía financiera "no hay autonomía política", por lo que ha invitado a Camps a "bajar de la higuera" y asumir que se ha "perdido el control" de las cajas.

Ha lamentado que Camps no haya aprovechado las ocasiones que ha tenido para defender las cajas valencianas como han hecho "los gobiernos de otras autonomías" y ha advertido de que a partir de ahora los valencianos tendrán que ir "a Madrid" para pedir "financiación superior a los diez millones de euros".

"Hemos dejado de ser referencia financiera", ha concluido y ha advertido a Camps de que pasará a la historia del pueblo valenciano como "el presidente que dejó que nuestro sistema financiero cayera en manos de Rato y de Caja Astur".

El president ha rechazado estas acusaciones y ha sostenido que las cajas valencianas siguen teniendo "plena capacidad para decidir el crédito y a quien darle el crédito". "No hay un tope de 10 millones de euros, eso usted lo ha leído en un suelto", ha manifestado.

Asimismo ha apuntado que si los fundadores de las cajas valencianas "hubiesen tenido una visión como la suya hoy tendríamos un grupo de cajas de ahorro pequeñas" y que serían incapaces de financiar "ni a las empresas ni a las familias" de la Comunitat Valenciana.

Camps ha defendido que la CAM "ha tomado una decisión histórica para crecer" que la ha hecho "más fuerte" y la permite "liderar la tercera caja de España", mientras que Bancaja se ha integrado en la primera caja española, que, ha asegurado, tendrá su sede en la Comunitat Valenciana, donde tomará "sus decisiones".

La portavoz adjunta de Compromís Mónica Oltra le ha recordado que "no es cuestión de sedes, es cuestión de votos" y ha precisado que el que va a "controlar" es Caja Madrid, a la vez que le ha preguntado sobre qué va a pasar con los trabajadores de Bancaja que después de la fusión "sobran".

Camps, quien no ha respondido a la pregunta, ha insistido que dentro de unos años, cuando se analice la decisión que se está tomando en este momento, se llegará a la conclusión de los valencianos tienen instrumentos financieros que no habían "jamás soñado".