Había anunciado tras la aprobación de la nueva Ley de Régimen Local que entre el 10 y el 15% de los municipios valencianos tendrían que fusionarse en un proceso de reestructuración de la Administración para reducir costes, pero ayer negó que el Consell se plantee la supresión de pueblos "ni pequeños, ni medianos, ni grandes". El conseller Rafael Blasco aprovechó la colocación de la primera piedra del nuevo ayuntamiento de la Barraca, una Entidad Local Menor dependiente de Alzira, para defender que el objetivo de la nueva ley es "garantizar la viabilidad y dar seguridad a los pequeños municipios". Y lo hizo ante un auditorio en el que se encontraba una amplia representación de alcaldes y concejales de los pueblos más pequeños de la Ribera. Valoró como "absurdo" que se plantee la supresión de municipios y defendió que la condición fundamental para que la Generalitat propusiera de oficio la desaparición de un pueblo, una posibilidad que contempla la ley, es la despoblación. Según aseguró, esta hipótesis la contempla "cualquier Ley de Régimen Local del Mundo" y así figuraba en la ley vigente desde 1985.

Defendió que el objetivo de la nueva ley autonómica es fomentar que se mancomunen servicios, buscar la cooperación entre ayuntamientos para potenciar a los más pequeños" pero, en ningún caso, la supresión de los pueblos de menos de 500 habitantes. Es más, el conseller de Solidaridad y Ciudadana defendió que la nueva ley viene a cubrir un vacío ya que incluye un apartado para mejorar la financiación de las Entidades Locales Menores, "algo que no pasaba con la ley estatal".