El ex presidente de la Unión Soviética y padre de la perestroika, Mijail Gorbachov, lanzó ayer en Valencia un mensaje de esperanza ante el negro panorama la crisis. "España es un ejemplo para salir bien de los problemas", resaltó el ex mandatario, quien recibió de manos del presidente Francisco Camps la cruz de la orden de Jaume I en un acto en el que también se le entregó el premio Convivencia Manuel Broseta. Gorbachov, quien reveló que es conocedor de la historia de España, señaló: "Sé las dificultades que estáis pasando, sé que tenéis que solucionar muchos problemas, sobre todo el del desempleo, pero éstos no pueden disminuir la importancia de los logros que habéis conseguido".

Ante un Saló de Corts del Palau de la Generalitat repleto de autoridades, brindó su receta: "Os deseo tener mucha paciencia y saber superar las dificultades", dijo, para constatar que "muchos países están en la misma situación". Destacó que, pese a sus 79 años, sigue en la brecha en un foro integrado por ex responsables políticos y expertos para ayudar a los actuales dirigentes a "realizar su labor". Entonces lanzó un mensaje de recorrido: "La crisis actual es debida a los errores de la política global del pasado". Esto es, que el ámbito político tiene responsabilidad en el actual socavón económico.

"Es muy importante aprender las lecciones de otros y España es un ejemplo", subrayó elogiando la transición y los "buenos dirigentes" de aquella etapa. El "éxito" de España en lograr la reforma democrática y los consensos, plasmado en "los Pactos de la Moncloa", es "una experiencia que puede ayudar a muchos países". "Sé que no fue tan fácil dar este paso y seguir el camino correcto", apuntó, para resaltar la contribución del Rey, Suárez y su "amigo" Felipe González.

El Premio Nobel de la Paz exhibió su decidida vocación por el consenso y el diálogo aludiendo a la Guerra Civil española. "Ahora no podemos juzgar quién tenía razón o no; la historia ha decidido por nosotros", dijo, para destacar que finalmente la transición dio "una muy buena solución a aquel problema". En una comunidad que vive un clima casi bélico entre Gobierno y oposición, a propósito del caso Gürtel, el ex mandatario abogó por la solución pacífica de los conflictos y evocó varias anécdotas que provocaron las sonrisas. Así, rememoró que la reunión entre los presidentes de Estados Unidos y la URSS que acabó con la guerra fría en diciembre de 1989 no pudo celebrarse en un buque militar por una tormenta sino que tuvieron entrevistarse en otro navío fondeado en las costas de Malta. "Tenía que ser una solución pacífica y no podía venir con los países demostrando sus músculos".

Desde entonces, las dos potencias dejaron de ser enemigas y comenzaron con el proceso de desarme que llevó también a más de un centenar de países a "tirar al basurero histórico" sus regímenes totalitarios, dijo. También hizo un llamamiento a Europa para que supere "el mito del miedo a Rusia", a la que "no hay que temer", para avanzar en la cooperación con una Europa que "debe convertirse en locomotora del desarrollo mundial". Y cerró su discurso, que iba trasladando una traductora, con la única palabra en castellano: "Adelante".

"Basta de la política que separa"

Camps, quien destacó que el ex mandatario soviético es "un gigante de la política mundial y una persona imprescindible para el siglo XX", aprovechó para poner en valor su viaje a Rusia. El presidente, que venía de la sesión de control de las Corts, habló en clave doméstica al subrayar que ha estado impulsando proyectos de todo tipo en beneficio de la Comunitat, desde el comercio a la agricultura. "He hablado de economía y no de política. ¡Tres días!", resaltó, aludiendo a responsables rusos como Gorbachov, dijo, que "un día se levantaron y dijeron 'basta de la política que separa' y pongámonos a hablar de lo que realmente interesa a los ciudadanos". "Démosle futuro en paz a la gente y dejemos de estar asustando constantemente a nuestros conciudadanos".

El titular del Consell, que destacó la presencia en el acto de los ex presidentes Lerma y Olivas, enfatizó que cuando en Moscú vio "cómo brillaban las cruces sobre las bóvedas de las iglesias ortodoxas, me di cuenta de que estaba en casa" y que se cruzaba con personas que "necesitaban gobiernos serios". También encomendó a Gorbachov, como poseedor de la cruz de Jaume I, la misión de ser embajador de Comunitat en Rusia. La ex comisaria europea Benita Ferrero, artífice de la visita de Gorbachov, le dedicó la frase: "Ha hecho historia y eso nadie lo podrá negar nunca".