Facebook, la red social más extendida en internet, no sólo sirve para comunicarse con una amplia red de amistades y contactar con aquel viejo conocido del que uno apenas conocía su paradero. También se está convirtiendo en una fuente para romper matrimonios y, lo que resulta más peligroso y novedoso desde el punto de vista judicial, para maquinar y ejecutar venganzas posteriores a una ruptura sentimental. Así lo confirmó ayer a este diario el fiscal especialista en Delitos Informáticos de Valencia, Fernando Cabedo. "En la provincia de Valencia ya hemos registrado casos de delitos contra la intimidad y el honor, tras una separación sentimental, cometidos a través de Facebook", asegura Cabedo.

Según precisa el fiscal, el espíritu delictivo es el mismo que en el pasado. Siempre ha existido el marido despechado que, cabreado tras una ruptura matrimonial, ha querido atacar el honor de la ex pareja publicando su teléfono en los anuncios de contactos sexuales. Con la aparición de internet, este tipo de venganza se mudó a la red volcando datos, fotos y vídeos comprometidos de la ex pareja en páginas web de contenido sexual. "Ahora, las redes sociales como Facebook han ampliado el campo" de la vendetta post-matrimonial, agrega el fiscal.

Todavía no se ha registrado un número significativo de casos, precisa Cabedo, pero la gravedad de los ejemplos exige tener en cuenta este tipo de delitos. "Hay cónyuges que, después de separarse de su pareja, han distribuido por Facebook fotos y vídeos comprometidos de su ex pareja" para que las imágenes puedan ser vistas por todas las amistades de la víctima del delito, prosigue el fiscal.

Así pues, Facebook aparece al final de una separación tormentosa. Pero también empieza a estar detrás del origen de algunas rupturas matrimoniales. Estos casos, que escapan a la fiscalía en su vertiente penal, también se han empezado a dar. Lo que antes era una pieza de ropa interior en el coche o una marca de carmín en un lugar comprometido, ahora es un mensaje o una fotografía que circula por la cuenta de Facebook de un cónyuge, a la que su pareja o sus conocidos pueden acceder parcialmente. Los rumores también se propagan con más rapidez y extensión en las redes sociales. Además, también existen los casos de uso no autorizado de cuentas de correo.

Por todo ello, el fiscal especialista en Delitos Informáticos advierte de que, a muy corto plazo, "la tendencia" en los delitos de venganzas por amor "puede ir hacia las redes sociales". Fernando Cabedo también aconseja a los ciudadanos que "extremen la precaución" a la hora de tomarse fotos y vídeos íntimos con su pareja. Porque nunca se sabe el reflejo que pueden tener en la mayor red social. Y no ya porque Facebook ronde los 500 millones de usuarios. Sino porque el mensaje, la imagen o el vídeo en cuestión llegará directamente a las amistades de la persona vejada en su honor o intimidad.