Sin acuerdo. De momento, no habrá sustituto para Juan Luis de la Rúa al frente del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana. La política se impuso a la Justicia en una votación abocada al fracaso desde la tarde del domingo. Decepción, indignación y una unánime definición sobre lo que ayer sucedió en el pleno del Consejo General del Poder Judicial: "Han hecho el mayor de los ridículos".

Hasta el viernes había acuerdo. El candidato de los conservadores, Pedro Castellano, sería el sustituto de De la Rúa. A cambio de los votos progresistas, divididos en dos sectores, los vocales conservadores en el Consejo debían ceder o bien la plaza de la presidencia del TSJ de Cataluña, o bien la de la sala segunda del Tribunal Supremo, por cuyas manos pasan los asuntos más jugosos.

Todo estaba pactado, pero en la reunión del domingo algo se torció. Se imponían los vaivenes políticos. Ambas facciones progresistas querían las dos plazas a cambio de ceder Valencia. Ése era un acuerdo inviable para los conservadores, que sólo estaban dispuestos a ceder una de ellas.

Alcanzar el preacuerdo ya había sido difícil porque los progresistas estaban divididos en dos grupos. Los componentes del primero, liderado por Margarita Robles, querían la plaza de Cataluña. Los del segundo, con José Manuel Gómez a la cabeza, pretendían la vacante del Supremo.

En principio, esa escisión interna jugaba a favor de Castellano porque sólo había que convencer a la mitad de los vocales, aunque el resultado final, como quedó demostrado ayer, fue el contrario.

Todas las fuentes consultadas por Levante-EMV aseguran lo mismo: los conservadores tenían a su candidato consensuado y los progresistas ya lo habían aceptado, sacrificando así a su aspirante, Mercedes Boronat, que se presentaba bajo el amparo de Jueces Para la Democracia. Pero el domingo ambas ramas progresistas exigieron más.

El por qué de ese cambio de postura es una incógnita, aunque parece ser que la avaricia de uno de los bloques contagió al otro.

Fuga de votos imposible

Pese a que los conservadores habían logrado el apoyo de los dos vocales nacionalistas, los propuestos por Convergència i Unió (CiU) y por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), todavía necesitaban dos votos más. Ayer, en un último intento desesperado por conseguir esos dos votos, se incluyó en el orden del día el TSJ de la Comunitat Valenciana, dejando fuera la correspondiente a Andalucía, que es otro punto caliente, y a Cataluña. Se buscaba una posible fuga de votos, pero no fue así.

El resultado final fue nueve votos para el candidato de la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura, Pedro Castellano, diez para la aspirante de la asociación progresista, Jueces Para la Democracia y dos abstenciones, las de CiU y PNV. Los otros dos candidatos, el independiente, José María Tomás y Tío, y el alicantino Vicente Magro, que también se presentó por la APM, no obtuvieron ningún voto.

Volver a empezar

Como el CGPJ no alcanzó un acuerdo, y la plaza quedó vacante, todo vuelve a empezar. Juan Luis de la Rúa cumplió su segundo mandato en julio de 2009. Al no haberse alcanzado un acuerdo sobre su sustituto, el presidente en funciones del TSJ-CV continuará en el cargo hasta que el máximo órgano de los jueces consiga ponerse de acuerdo sobre un aspirante a la plaza.

Según fuentes del Consejo consultadas por este periódico, en los próximos días se publicará en el Boletín Oficial del Estado el resultado de la sesión plenaria de ayer. A partir de ahí, se convocará, por tercera vez, la plaza al TSJ-CV y todo volverá a comenzar de nuevo, esto es, solicitud de la plaza por parte de los candidatos, entrevistas de éstos ante el comité de selección del Consejo y votación en sesión plenaria.

Como muy pronto, dicha votación, se realizará el próximo diciembre, si no en enero de 2011. Hasta que llegue ese día, De la Rúa continuará al frente del TSJ de la Comunitat Valenciana.

Quiénes serán los aspirantes a al puesto en esa ocasión es una incógnita aún por desvelar. Ayer, ninguno de los candidatos en la votación realizada por la mañana quería confirmar si se volverá a presentar. Todos coincidieron a la hora de explicar su sentir tras la sesión de ayer: decepción.

Andalucía y Cataluña deberán esperar

El pleno también tenía previsto nombrar al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y Cataluña, pero estos nombramientos fueron retirados del orden del día y serán abordados en una próxima sesión plenaria. Para la presidencia del TSJ andaluz fueron preseleccionados Francisco Javier Arroyo, Joaquín García Bernaldo de Quirós y Lorenzo del Río, los tres únicos aspirantes. A presidir el TSJ catalán optan su actual presidenta, María Eugenia Alegret, y los magistrados Joaquín Bayo y Miguel Ángel Gimeno, el candidato de Margarita Robles. También son los únicos que se han presentado al puesto. Ayer, pese a que la plaza de Valencia quedó desierta, sí que hubo acuerdo en la sesión plenaria de ayer para nombrar a José Manuel Sieira presidente de la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Supremo (TS) al obtener 15 votos, mientras que el otro aspirante al puesto, Ricardo Enríquez, logró cinco votos y uno quedó en blanco. Además, Diego Córdoba fue elegido presidente de la sala de lo contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional con 17 votos, frente a los dos a favor y dos en blanco que consiguió José María del Riego. El pleno también nombró presidente de la Audiencia Provincial de Guipúzcoa a Ignacio José Subijana, quien consiguió once apoyos, mientras que Juan Pablo González sumó nueve votos y uno en blanco. También, los vocales eligieron a Luis Ángel Garrido presidente de la sala de lo contencioso-administrativo del TSJ del País Vasco.