Conocedores de la importancia y la falta de información sobre la convivencia entre culturas, el Col·lectiu Betxí Associació Cultural, en colaboración con la Fundación Novessendes, invitaron a Ben Hassine a dar una charla bajo el título Religiones en convivencia. Ciudadanía y democracia. Ben Hassine defiende el uso del velo islámico y la libertad de la mujer musulmana a llevarlo y pone de ejemplo a sus dos hijas, nacidas en Valencia, ya que una de ellas ha optado por ponérselo, mientras que la otra no quiere llevarlo. Y curiosa es al menos la afición de esta tunecina por la selección española de fútbol, ya que Ben Hassine atendía a este periódico en el descanso del partido que enfrentaba a la selección contra Suiza "porque aquí en mi casa se paraliza todo cuando juega España".

El tema del velo islámico en los lugares públicos está estos días de máxima actualidad. ¿Qué opina usted sobre este asunto?

El velo no es un obstáculo para la mujer musulmana en su vida social y laboral, no es una dificultad. Esperamos que no se llegue a prohibir su uso y se entienda que forma parte de nuestra identidad religiosa y cultural.

¿Está en contra de prohibir los símbolos religiosos en las escuelas?

No estoy en contra de ningún símbolo, aunque insistimos que el velo no es ningún símbolo, no se puede comparar un crucifijo con el velo, esta comparación es injusta y propia del desconocimiento que hay sobre el tema. Esperamos que la gente haga un proceso de apertura intelectual para poder entenderlo y, así terminar con posturas intolerantes.

Desde el mundo occidental, el velo islámico puede resultar un símbolo de machismo y falta de libertad para la mujer. ¿Es libre la mujer islámica para llevarlo o es una imposición religiosa?

Somos lo suficientemente libres como para tener nuestra propia opinión, somos nosotras la que decidimos llevarlo. Es injusto la imagen que se vende sobre que es una imposición, pueden haber excepciones y nosotras apoyamos a cualquier mujer musulmana que no quiera llevarlo.

¿Puede resultar el uso del velo una barrera de integración para la mujer musulmana?

No debe ser una barrera, lo único que nos diferencia es que llevamos un pañuelo en la cabeza. Se convierte en una barrera si la gente lo quiere, por eso debemos educar para que esto no sea así. La barrera es imaginaria.

¿Considera que el tema del uso del velo islámico se está politizando e interesa abordarlo desde un punto de vista político para conseguir réditos electorales?

Sí, se está utilizando el tema del uso del velo islámico para ganar votos y alarmar a la sociedad y esto moralmente no se debe hacer porque es peligroso. No pueden convertir temas culturales en asuntos de confrontación porque el pañuelo es un símbolo de paz. Lo que está pasando nos duele y esperamos que las cosas cambien y no se utilice esta cuestión a nivel político.

¿Han detectado desde la asociación Annur mayores problemas de convivencia entre las dos religiones con motivo de la crisis económica?

Hay que reconocer que la crisis económica está afectando bastante al colectivo inmigrante porque le cuesta todavía más encontrar trabajo. Cuando alguien sufre una situación negativa intenta echar la culpa al otro. Hay gente que no entiende el origen de la crisis y culpabiliza a los inmigrantes, lo que es erróneo.

¿Qué medidas urge implantar para integrar a la mujer musulmana en la sociedad?

La integración debe de ser ya un tema superado, es un primer paso y no podemos estar siempre en este proceso inicial tenemos que ir más allá. La integración es un proceso bidireccional, que dependen de ambas partes.